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En el garage de Autoblog: Toyota Hiace

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En septiembre de 2019, Toyota lanzó a la venta en la Argentina la Hiace: un furgón mediano importado de Japón. La presentación se realizó en la fábrica que la marca tiene en Zárate, donde se anunció que se estudia la posibilidad de producir este modelo en nuestro país (leer más).

Tendría lógica: la Hiace comparte componentes y mecánicas con las Hilux y SW4 que se fabrican ahí. Utiliza el conocido motor 2.8 turbodiesel (177 cv y 420 Nm), con caja automática de seis velocidades y tracción trasera.

¿La Hiace nacional podría repetir el éxito de la Hilux? Esa es una pregunta difícil de responder, porque para conseguirlo primero tendría que destronar a la best-seller de su segmento, la “Hilux de los furgones”: la Mercedes-Benz Sprinter.

El utilitario producido en Virrey del Pino es la referencia obligada cuando se habla de vehículos de carga cerrados. El año pasado se patentaron 2.116 unidades, muy por delante de todos sus rivales: Iveco Daily, Renault Master, Fiat Ducato, Peugeot Expert/Boxer, Ford Transit y Citroën Jumpy/Jumper.

Las ventas de la Hiace, hasta el momento, fueron bastante tímidas en la Argentina. En 2019 se patentaron sólo ocho unidades. En lo que va del 2020, apenas 23.

Se ofrece, por el momento, en dos versiones: Furgón H1H1 (42 mil dólares) y Furgón H2H2 (45.400 dólares). Para antes de fin de año está prevista la llegada de la Hiace Turismo, con capacidad para diez pasajeros (ver fotos).

Pero ahora vamos a probar durante una semana la Hiace H2H2, que tiene techo alto y un volumen de carga de 9.3 metros cúbicos (descargar ficha técnica).

Será una tarea para nuestro crítico especializado en vehículos comerciales, quien hará lo que corresponde con la Hiace: ponerla a trabajar.

La nota de Jero Chemes se publicará la semana que viene.

C.C.

***

La Toyota Hiace H2H2 cuesta 45.400 dólares. Pero hay versiones desde 42 mil dólares (ver equipamiento y ficha técnica).

La crítica completa se publicará la semana que viene.


Crítica: Citroën C5 Aircross

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Texto de Carlos Cristófalo
Fotos de Juan Lopetegui y C.C.

Citroën Argentina ya vendió hace unos años una SUV para el Segmento C (compacto). Fue la C4 Aircross, fabricada en Japón por Mitsubishi. Era un clon de la Outlander Sport y tenía una gemela de Peugeot: la 4008. La C4 Aircross tuvo una corta vida en nuestro mercado. Entre octubre de 2013 y junio de 2015 se patentaron apenas 183 unidades (leer crítica).

En los últimos meses, Citroën dejó de vender en la Argentina muchos modelos importados extrazona. Dijeron “adiós” los C-Elysée, Spacetourer, C4 Spacetourer y Grand C4 Spacetourer.

Por eso, la nueva C5 Aircross -que se lanzó a la venta este mes y viene importada de Francia- llega con la misión de posicionarse al tope de la gama de Citroën en la Argentina. Y también tiene el desafío de prometer una permanencia más estable y prolongada que todos los otros modelos discontinuados.

La C5 Aircross compite en el Segmento C (compacto) de SUVs. Es uno de los rubros más peleados de la industria, donde prácticamente todas las marcas tienen al menos un producto para ofrecer (y algunas, hasta dos).

Manejamos una semana la C5 Aircross en la única versión que llega a la Argentina: THP 165 EAT6 Feel Pack, de 48.395 dólares.

POR FUERA

La C5 Aircross comparte la Plataforma EMP2 con tres hermanas del Grupo PSA (ahora rebautizado Stellantis, desde su fusión con FCA): las Peugeot 3008/5008 (leer críticas) y DS 7 Crossback (leer crítica). Esto significa que tienen muchos componentes estructurales en común. Sin embargo, los diseños no podrían ser más diferentes.

Mientras las Peugeot y DS proponen una estética moderna, vanguardista y hasta lujosa, el modelo de Citroën es más bien simpático y familiero. No tiene las aristas ni los cortes de sus hermanas de plataforma. En su carrocería sólo hay curvas y redondeces. Vendría a ser ese pariente simpático, regordete y bonachón.

No tiene un diseño revolucionario, pero se ve actual y armónica, con una trompa donde hay varios niveles de franjas horizontales y ópticas escalonadas. Los faros son 100% de leds y muy buenos: vienen con función de iluminación en curva.

En los laterales llaman la atención esas protecciones inferiores con formas ovoides. Son apenas un recuerdo de lo que fueron los famosos Airbumps del primer C4 Cactus: eran burbujas de aire intercambiables, que absorbían golpes a baja velocidad en estacionamientos. Como ya ocurrió con los volantes de centro fijo y las suspensiones hidroneumáticas, los Airbumps ya no se ofrecen más y pasaron a la larga historia de las ideas locas de Citroën (que muchas veces terminan descartadas).

Tiene un despeje del suelo de 230 milímetros y neumáticos Michelin Latitude 235/55R18. Son ruedas de asfalto, porque este producto no tiene doble tracción ni está pensado para el off-road.

POR DENTRO

En la cabina también quedan algunos rastros de la osadía de modelos anteriores de Citroën. Por ejemplo, está la tira vertical en la plancha de instrumentos, frente a los ojos del acompañante. Y las salidas de aire con forma de cuadrados de bordes redondeados.

Más allá de eso, lo que importa es que la cabina resulta amplia, luminosa y está muy bien insonorizada. El techo es panorámico y se puede abrir hasta la mitad.

Los materiales y las terminaciones son buenas, aunque sin las excentricidades romboidales de los DS ni las botoneras aeronáuticas de los Peugeot.

El tablero es totalmente digital. Es una pantalla de 12.3 pulgadas, que se puede configurar con diferentes propuestas de visualización. Tiene mucho diseño, pero no abunda la información. Cuenta apenas con los datos básicos de velocímetro, tacómetro, combustible y temperatura del motor. También se muestran las funciones de las asistencias a la conducción (ADAS). Con tanta tecnología y diseño podría ofrecer bastante más, como presión de neumáticos en tiempo real o nivel de carga de la batería (se convirtieron en mis funciones preferidas en estos tiempos de “quedate en casa”).

Es decir: ese tablero ofrece mucho show, pero poca data.

La pantalla multimedia tiene ocho pulgadas y no cuenta con navegador propio. Al menos viene de serie con Apple CarPlay y Android Auto. Incluye cargador inalámbrico para el smartphone. Sin embargo, para que funcione el Mirror Screen, habrá que conectar siempre el teléfono al auto mediante un cable.

La posición de manejo es muy cómoda y el asiento es bien mullido. Diría que es extremadamente confortable si no fuera porque la banqueta es algo corta. Los ocupantes de piernas más largas van a extrañar unos centímetros extra en el cojín. Los ajustes de las butacas son manuales.

Los tapizados en esta versión Feel Pack tienen una combinación de tela y cuero. Es colorida y agradable, tanto a la vista como al tacto. Me gustó mucho, aunque sé muy bien que estarán quienes “por este precio” no acepten menos que un revestimiento completo en cuero. Y también asientos con ajuste eléctrico. Será un reclamo lógico, porque otros competidores sí lo ofrecen.

Esta C5 Aircross tiene capacidad para cinco pasajeros y cuenta con cinco butacas individuales. Eso significa que las plazas traseras se pueden ajustar de manera independiente. Se pueden adelantar o retrasar, en función de las necesidades de espacio para las piernas de cada uno. En total, caben cinco adultos sin problemas.

Los asientos traseros ajustables permiten variar la capacidad del baúl, que es enorme. Con la posición más cómoda para los ocupantes traseros, la capacidad ya es de 580 litros. Pero si atrás sólo van a viajar niños, las butacas se pueden adelantar al máximo y habilitar un volumen de hasta 720 litros. Es el baúl más grande de su categoría.

Por eso, resulta incomprensible que bajo el piso del baúl se encuentre una rueda de auxilio de uso temporario. No se puede usar a más de 80 km/h. Citroën tenía espacio de sobra para ofrecer un auxilio de verdad. Y decidió no hacerlo.

SEGURIDAD

No tiene tapizado en cuero ni GPS integrado. Y el tablero tiene más diseño que información. Sin embargo, queda claro que el Señor Configurador que se encargó de especificar el equipamiento de la C5 Aircross para la Argentina puso el foco en la seguridad. Y es un ejemplo para varios Señores Configuradores de los importadores de marcas premium (ver ejemplos).

La C5 Aircross viene de serie con seis airbags, anclajes Isofix, frenos ABS con repartidor de frenado, control de estabilidad y de tracción. Pero también trae el Pack Drive Assist, con varias asistencias a la conducción (ADAS): Frenado Autónomo de Emergencia, Sistema de Mantenimiento de Carril, Reconocimiento de Señales de Tránsito y Alerta de Cansancio del conductor.

Es justo mencionar que las primas Peugeot 3008/5008 y DS 7 Crossback también vienen muy bien equipadas en este aspecto.

La C5 Aircross con el Pack Drive Assist fue sometida a las pruebas de choque de EuroNCAP. Obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, con 89% de protección para adultos, 86% para niños y 67% para peatones.

MOTOR y TRANSMISIÓN

A diferencia de los C3, C3 Aircross y Berlingo -donde los modelos de Europa y el Mercosur comparten el nombre, pero ningún componente-, la nueva C5 Aircross es un modelo global de Citroën. Es decir: el producto que llega a la Argentina se fabrica en Francia, en la planta que abastece con el mismo modelo a todo el Viejo Continente.

Sin embargo, la motorización que llega a nuestro mercado no existe en Europa, donde ya fue reemplazada por mecánicas más modernas. Me refiero al viejo y conocido THP 1.6 turbonaftero, que en este caso rinde 165 cv (a 6.000 rpm) y 240 Nm (a 1.400 rpm). Es un motor que en su momento le dio varios dolores de cabeza a algunos usuarios locales y que fue ganando confiabilidad con el paso de los años. Sin embargo, mientras en Europa ya fue superado y discontinuado, en nuestro mercado sigue vigente.

Se combina con caja automática de seis velocidades (Aisin japonesa) y tracción delantera. El eje delantero cuenta con la asistencia del Grip Control, un sistema electrónico ya conocido de otros modelos de Peugeot, que permite configurar el control de estabilidad y tracción para diferentes superficies: no es ni se parece a un sistema de tracción integral, pero ayuda un poco sobre superficies deslizantes.

En Europa, la C5 Aircross se ofrece con motorizaciones más modernas y variadas: 1.2 turbonaftera (hasta 130 cv), 2.0 turbodiesel (hasta 180 cv) y Hybrid (hasta 224 cv). Por el momento, no están previstas para nuestro mercado.

COMPORTAMIENTO

Los Citroën se hicieron famosos en el pasado por el confort de marcha de su legendaria suspensión hidroneumática. El problema: era costosa de mantener y muy cara de reparar. En varias ciudades argentinas hoy es posible encontrarse con viejos Xantia y C5 “planchados al piso”. No están tuneados: así quedan los autos con suspensión hidroneumática cuando no se realiza un buen mantenimiento.

La nueva C5 Aircross no tiene este tipo de suspensión, pero viene de serie con amortiguadores progresivos hidráulicos. No es un invento de Citroën, pero es una aceptable solución intermedia.

Mientras los amortiguadores convencionales absorben energía, pero también devuelven una parte de ella -ya sea en los movimientos de compresión o expansión-, los progresivos hidráulicos absorben y disipan por completo la energía resultante del movimiento. Los rebotes de la suspensión prácticamente no existen.

Además, en el caso de este Citroën, la puesta a punto de amortiguadores y espirales es más bien blanda, lo que potencia aún más la sensación de suavidad en el andar. A eso hay que sumar el efecto de las notables butacas Advanced Comfort, que hacen su aporte también: tienen un relleno especial que amortigua las imperfecciones del camino y absorbe la gran mayoría de las vibraciones, para evitar que se transmitan al cuerpo de los pasajeros.

¿El resultado? La C5 Aircross tiene un andar que se posiciona entre los más confortables del mercado argentino. Y esto incluye también a varios autos premium con suspensión neumática, que muchas veces arruinan toda esa ingeniería colocando neumáticos de perfil ultrabajo (incompatibles con nuestros caminos). En este caso, las Michelin Latitude tienen un respetable talón y contribuyen aún más a esa sensación de comodidad.

El broche de oro viene por el lado de una cabina muy bien aislada e insonorizada. Es difícil de describir con palabras, pero te recomiendo realizar un test drive para experimentar esa curiosa sensación de viajar adentro de una burbuja.

Diría que la puesta a punto es perfecta si no fuera porque el tren trasero arruina un poco el andar. A diferencia del tren delantero McPherson, el eje de torsión trasero nunca logra absorber tan bien las cunetas, lomos de burro, adoquines, tachones, baches y otras curiosidades de nuestro paisaje urbano. En ese sentido, el auto con la mejor puesta a punto adaptada a nuestros caminos sigue siendo el Subaru Outback (leer crítica). Pero esta C5 Aircross se ubica cerca: muy cerca.

Por supuesto, con tanta suavidad y efecto burbuja, no esperes un gran comportamiento deportivo. Es un vehículo estable y previsible, pero inclina bastante en las curvas y se va de trompa cuando la provocás con un manejo agresivo. No nació para eso, aunque el motor THP responde bastante bien: acelera de 0 a 100 km/h en 8.5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 200 km/h.

Sin embargo, es un motor que hay que provocarlo para que entregue lo mejor. El rango más útil está entre las 3.000 y 5.000 rpm. Demasiadas rpm para un vehículo de planteo familiar. La caja de ocho velocidades -que se ofrece en Europa- le hubiera sentado mejor que esta AT6. El modo Sport y las levas al volante apenas los usé. No es para nada el planteo de este Citroën.

Es una pena que no se ofrezca la opción turbodiesel: encajaría a la perfección con el espíritu familiar, viajero e incansable de esta C5 Aircross. Es raro, porque Peugeot y DS sí incluyen el HDi en la gama de sus 3008/5008 y 7 Crossback.

De todos modos, el THP es bastante medido con los consumos: gasta una media de 9.5 litros cada 100 kilómetros. El tanque tiene 53 litros. Una vez más, ¿te imaginás lo bien que le quedaría un turbodiesel?

Citroën Argentina anunció que analizará la demanda del público antes de decidir ampliar la gama con variantes híbridas o gasoleras.

No tiene doble tracción ni neumáticos de off-road, pero el despeje de 230 milímetros y la sorprendente suspensión invitan a salir del asfalto. En ripio y tierra el comportamiento sigue siendo muy bueno: los trenes de rodaje transmiten una gran sensación de robustez.

Me consta que la Subaru Outback tiene un muy buen aguante al paso del tiempo y los kilómetros. Me gustaría saber si las suspensiones -y sobre todo el tren delantero- de esta C5 Aircross se mantienen tan frescas como en esta unidad probada, con menos de 5.000 kilómetros. Esta primera experiencia fue excelente.

CONCLUSIÓN

Entre las SUVs del Segmento C (compacto) todas las marcas tienen hoy un producto para ofrecer. Y algunas incluso proponen dos alternativas, como queriendo crear un sub-segmento, con diferentes rangos de precios.

Por ese motivo, no es fácil competir. Y más complicado aún es diferenciarse. Citroën lo consigue con una C5 Aircross que propone un confort de marcha excelente. Tiene una cabina muy bien aislada y una suspensión puesta a punto para nuestros caminos horribles.

El desafío que tiene la marca es ganarse la confianza de los clientes. O recuperarla. Su antecesora, la C4 Aircross, estuvo apenas dos años en el mercado. Y Citroën Argentina discontinuó a comienzos de año todos sus modelos importados extrazona.

Con el lanzamiento de esta C5 Aircross francesa, la marca debería priorizar una atención especial para los clientes que apostaron a esos modelos cancelados y que hoy seguramente se sientan abandonados. Ofrecerles condiciones especiales o al menos un test drive de la nueva C5 Aircross podría ser un buen comienzo. La marca tiene que trabajar en el cuidado de los clientes para conseguir que inviertan 48 mil dólares en un Citroën.

El producto es interesante. Y acá poco tiene que ver su silueta. Es un vehículo con formato de SUV, pero sólo porque está de moda ese segmento. No es un todo terreno ni pretende serlo. En otro momento de la historia, esta C5 Aircross podría haber sido una rural o un monovolumen. En definitiva, es un people mover: un vehículo con un planteo bien familiar, muy confortable y con un destacable equipamiento de seguridad.

C.C. / J.L.

***

 Adiós, C4 Aircross. Hola, C5 Aircross. Esta es la nueva SUV de Citroën para el Segmento C (compacto).

 No tiene tracción integral ni fue fabricada por Mitsubishi en Japón. Viene de Francia y comparte plataforma y mecánicas con las Peugeot 3008/5008 y DS 7 Crossback.

Adiós también a los famosos Airbumps del primer C4 Cactus. Esas formas en la parte baja del lateral sólo son decorativas.

Interior con mucha personalidad y, sobre todo, buena calidad de fabricación.

Butacas muy confortables y mullidas. Los altos van a extrañar una banqueta más larga. Los exigentes, un tapizado 100% en cuero.

Atrás, espacio para tres adultos. Cada uno con su asiento individual y con posibilidad de desplazarlo.

El tablero completamente digital tiene un diseño muy moderno. 

Pero se podría haber aprovechado la tecnología para ofrecer más información. Tiene lo justo y necesario.

Pantalla multimedia de ocho pulgadas, con Apple CarPlay y Android Auto.

Frente a la palanca, el espacio para cargar el celular sin usar cables.

No es 4×4. Pero al menos tiene el Grip Control ya conocido de otras SUVs de Peugeot. Modifica la electrónica para permitir cierto nivel de patinamiento (y avance) en terrenos resbaladizos.

Muy buen techo panorámico. Se abre hasta la mitad e incluye cortina.

El baúl más grande de su categoría. Llega 720 litros si se desplazan hacia adelante las plazas traseras.

Con tanto espacio se podría haber ofreciedo una rueda de auxilio de verdad. Pero no: es de uso temporario. En el centro, prolija caja de herramientas.

Bajo el capot, un viejo conocido: el THP 1.6 turbonaftero.

Lo mejor de la C5 Aircross: la puesta a punto del tren delantero. Hace buen equipo con las Michelin Latitude, los amortiguadores hidráulicos progresivos y el despeje de 230 milímetros.

No es 4×4. Ni tiene neumáticos para el off-road. Pero es muy confortable fuera y sobre el asfalto.

El THP no consume mucho y tiene buenas prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 8.5 segundos.

Tiene silueta de SUV sólo porque el segmento está de moda. Es un gran people mover, que en otros tiempos hubiese tenido forma de rural o monovolumen.

Ideal para viajar en familia (cuando podamos volver a hacerlo).

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Citroën C5 Aircross THP 165 EAT6 Feel Pack
Origen: Francia.
Precio: 48.395 dólares.
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: Citroën Argentina (www.citroen.com.ar)

MOTOR
Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección directa, turbocompresor con intercooler.
Cilindrada: 1.598 cc
Potencia: 165 cv a 6.000 rpm
Torque: 240 Nm a 1.400 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico y Grip Control.
Caja: automática, con convertidor de par, seis marchas, modo secuencial y levas en el volante.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores progresivos hidráulicos y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: eje de torsión, con resortes helicoidales y amortiguadores progresivos hidráulicos.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos macizos.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Neumáticos: Michelin Latitude 235/55R18 (rueda de auxilio de uso temporario)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 200 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8.5 segundos
Consumo urbano: 11.5 l/100km
Consumo extraurbano: 7.5 l/100km
Consumo medio: 9.5 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.500 mm / 1.840 mm / 1.689 mm
Distancia entre ejes: 2.730 mm
Despeje: 230 mm
Peso en orden de marcha: 1.515 kg
Capacidad de baúl: 580 / 720 / 1.630 litros
Capacidad de combustible: 53 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Frenos ABS con REF (Repartidor Electrónico de Frenado) y AFU (Ayuda al Frenado de Urgencia)
Control de estabilidad (ESP) y control de tracción (ASR)
Ayuda al arranque en pendiente (Hill Assist)
Freno de mano automático eléctrico
Fijación de asientos para niños (Isofix y Top Tether) en plazas traseras
Frenado Autónomo de Emergencia
Alerta de riesgo de colisión
Aviso de cambio involuntario de carril activo
Sistema de vigilancia del ángulo muerto activo
Reconocimiento de señales de velocidades máximas
Indicador de descanso recomendado
Grip Control con asistencia al descenso en pendientes
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Cámara de visión trasera
Espejo retrovisor con antiencandilamiento
Detector de sub-inflado de neumáticos
Luces direccionales
Faros con proyectores Full Led
Acceso sin llave y arranque con botón
Tablero de instrumentos digital Full HD de 12,3″
Climatizador automático digital bizona
Radio con AUX / USB / Bluetooth
Sistema multimedia con pantalla táctil de 8″
Apple CarPlay y Android Auto
Recarga inalámbrica para Smartphone
Levantavidrios delanteros y traseros eléctricos con antipinzamiento y One Touch
Espejos exteriores con regulación eléctrica y rebatibles eléctricamente
Limitador y regulador de velocidad
Encendido automático de luces y sensor de lluvia
Apoyabrazos central delantero con espacio guarda objetos
Asientos traseros individuales, reclinables, rebatibles y corredizos
Tapizado cuero y tela
Techo panorámico corredizo eléctricamente
Barras de techo
Volante de cuero mutifunción
Llantas de 18”

Crítica: Toyota Hiace

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Texto y fotos de Jerónimo Chemes

Escribir de Toyota siempre es interesante, porque es una marca generalista que trabaja de una manera particular y casi siempre tiene éxito en dónde sea que intervenga. Sus modelos son siempre Top 3 donde quiera que compitan Y hablo a nivel global, no solo en la Argentina (donde somos demasiado pocos, con mucho espacio).

La filosofía Toyota debe ser respetada. Su método de los 5 Porqué (ver nota) les da evidente resultado. Sus productos en la Argentina siempre tienen características singulares: no son de vanguardia, no tienen un diseño rupturista que enamora (la Coupé 86, en todo caso, fue con Subaru), no tienen motorizaciones apretadas, no ofrecen una seguridad de punta (ahora el sistema Safety Sense, por fin sí), sus interiores son medio duros a la vista y así. Ellos van a lo recontra seguro. Se aferran cual koala al árbol a su filosofía. Siempre sostengo que los Toyota sólo hacen dos cosas de forma extraordinaria y el resto solo muy bueno.

Y esas dos cosas extraordinarias que ofrecen son justo lo que la gente quiere: durar generaciones y ser baratos y rápidos de reparar (si es que fallan). Por eso son líderes.

Soy el mayor de siete hermanos. Sólo uno es fierrero. El resto ven a los autos como elementos que despiertan la misma pasión que un termotanque. Bueno, tres de ellos ya tienen Corolla (incluido el fierrero, que supo recorrer el país con un Falcon Sprint amarillo con amigos y se compró el MT6 en vez del CVT, para tratar de no sentirse tan mal). El cuarto está comprando un Corolla usado y el quinto -cuando termine de renegar con su hermoso sedán nacional de ascendencia europea y conocido motor problemático- lo cambia. Ah, mi Viejo y su mujer compraron un Corolla también. ¡Mi casa es un concesionario Toyota!

Todos están conformes y les importa un bledo si trae CVT o turbo (salvo al fierrero). No se rompen y son baratos de mantener.

Pero esa filosofía, más allá del buen resultado, también tiene a mi criterio puntos flojos.

1. A veces, se confían demasiado. Les pasó con la Innova. Como era “una Hilux con otra forma”, dieron por sentado que se iba a vender. Pero tiene un diseño horrible y vende muy poco.

2. Tardan mucho en reaccionar ante los (pocos) problemas y tienden a negarlos, a veces quedando en ridículo. Durante años dijeron que el Corolla no necesitaba ESP. Y ahora llevan años diciendo que el ESP de la Hilux argentina no necesita la corrección que ya hace tiempo se implementó en Europa.

3. Los modelos tardan mucho en entrar en un segmento y lo hacen tarde. Ocurrió con el Etios, siguen sin tener una SUV para competir contra la EcoSport y recién ahora están desembarcando en el mercado de las vans.

Mas allá de eso Toyota es líder. Por lo general, “donde pone el ojo pone la bala” y su modelo de negocio les sirve y debe ser respetado. Para saber más sobre el Toyota Production System se recomienda leer esta nota.

La Innova y la Hiace comparten un raro récord. No venden casi nada y están lejos de ser líderes en sus segmentos. Viniendo de Toyota, es toda una novedad. La Innova es realmente muy fea: un verdadero “líbido killer”, con un motor naftero de consumo alto.

Pero, ¿y la Hiace? ¿Por qué no vende? Desde que se lanzó a la venta, en septiembre de 2019, sólo se patentaron 31 unidades.

Manejé durante una semana la Hiace L2H2 de 45.400 dólares. La usé una semana para reparto en serio, con itinerario y horarios en trayectos de ciudad y autopista. Trabajé todo este tiempo para la Metalúrgica Freyre, de mi amigo Rodrigo, apasionado de los autos y célebre participante de Autoblog. Todo real, con kilos reales y varias horas de manejo por el Conurbano Bonaerense.

¿Que mira el potencial cliente de un furgón? La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

La Hiace llama la atención. Si bien el diseño no es un ítem a tener muy en cuenta por los flotilleros, la verdad es que me gusta y en la calle varios me preguntaron por ella. Definitivamente es más linda que la Innova. ¿Tampoco es muy difícil, no? Es muy larga y llama la atención la distancia entre ejes, con las ruedas bien en los extremos. Al igual que todos los del segmento, los costados no son planos (la Qubo de Fiat es el ejemplo). Por lo tanto, si la vas a plotear, llevará más tiempo y saldrá más caro. La trompa destila personalidad y presencia. Máscara negra para bancar los rayones -que si o si van aparecer-, como a mí me gusta en los vehículos de laburo. Hay una versión L1H1 con techo bajo y 6.2 metros cúbicos de volumen carga, que cuesta 42 mil dólares. Y después está la que probamos: L2H2 de techo alto, con 9.2 metros cúbicos.

Tiene dos portones laterales, una gran idea. Pero el portón trasero es una fiaca total y absoluta. Abre hacia arriba en una sola pieza. Es pesado y -aún en su máxima apertura- es más bajo que el techo. La rueda de auxilio va abajo y atrás, pero como la Hiace tiene muy poco despeje, si pinchás con plena carga es posible que quede atrapada y no puedas quitarla.

El despeje del piso es muy poco. Y, cuando la cargás a tope, es casi nulo. Tiende a tocar la panza por la enorme distancia entre ejes. Los espejos externos se rebaten automáticamente desde adentro y tienen abajo un agregado para ver justo la vereda y el eje trasero, para evitar cordonear y cortar goma de costado. Bien pensado. La accesibilidad a las partes de mecánica es buena, excepto por la batería, que esta debajo de los pies del conductor y acceder es un engorro. ¿Por que no la pusieron adelante, si hay lugar en el capot? Veredicto: Muy bueno.

POR DENTRO – HABITÁCULO

Vamos a dividir en dos esta parte: habitáculo y bahía de carga.

Acá empezamos mal. En un error inentendible, la Hiace no trae separación del puesto de mando con la parte de carga. Es un opcional que hay que pagarlo aparte: vale 45.250 pesos (más IVA) y eso no incluyen el costo de mano de obra para la colocación. En la L1H1 cuesta 35.787 pesos más IVA.

Yo creo que es un error no traerlo de serie en un vehículo de trabajo. Es muy peligroso no tenerlo. Ante la frenada más simple la carga te puede pegar en la cabeza y adiós.

Para proteger esta unidad prestada y evitar que la carga dañara el tapizado de los asientos, tuve que poner unas lonas atrás en los asientos, para taparlos y no cortarlos con las latas. Eso es algo que un chofer no va a hacer, así que el respaldo va a durar una tarde. Y su nuca también. En estos aparatos, la bahía de carga sí o sí debe estar separada de la cabina, preferentemente con una pared bien robusta y hermética. Además, al estar todo abierto, el aire acondicionado o la calefacción trabajan a destajo: tienen que enfriar más de nueve metros cúbicos. Insólito.

El habitáculo es del tipo “2+1”. Es decir, pueden viajar dos pasajeros con opción a uno más en el medio, en un transportín un poco más incómodo. El puesto de conducción es espartano, no destila diseño, pero sí está muy bien armado y brinda la sensación de que va a durar muchos años. Es rústico, pero bien construido: como debe ser. Cuando van dos pasajeros el respaldo del tercero se transforma en bandeja con posavasos. Cuando viajan tres, todos tienen cinturones inerciales y apoyacabezas, muy bien ahí. La butaca del conductor es buena y cómoda. El butacón de los otros dos es más simple, pero el respaldo reclina y el ayudante puede dormir. La posición de manejo es muy buena y no cansa después de varias horas en recorrido urbano. La accesibilidad es buena y tiene agarraderas en los parantes.

El tablero tiene muchísimas teclas ciegas, que quedan feas, pero es entendible que tuvieran que pelar equipo para que no quedara tan cara, porque viene importada de Japón y paga el 35% de arancel aduanero. El tablero incluye una pantalla a color muy básica, pero con todo lo necesario, especialmente el indicador Eco para gastar menos combustible. Es entretenido, ya que está conectado al acelerador y mide la presión de forma milimétrica, así no te pasás de rosca. El volante tiene mandos de radio y teléfono por Bluetooth. También cuenta con una tecla para el de voz, pero no estaba conectado en esta unidad probada.

En el medio de la plancha de instrumentos, una vieja conocida: la radio del viejo Corolla, que responde a los mandatos de familia. No es linda, no es rápida, no es de última generación, no tiene display a color, el negro brilla demasiado, pero… no se va a romper nunca y es fácil de manejar. Lo único malo es que, al no estar separado el habitáculo, el ruido en la cabina es mucho. Todo retumba y más aún si llevás una carga metalúrgica.

Los comandos de climatización son bien robustos, a prueba de choferes rudos y la palanca de comando de la caja Automática tiene el clásico recorrido PRND. Tiene una toma de 12v al lado de la guantera y otra muy mal ubicada debajo de la palanca de cambios, sin señalizar. La encontré de casualidad cuando buscaba una llave en el piso.

En la puerta del conductor tiene los comandos de los espejos (rebatibles), levantavidrios, cierre y una calco con instrucciones sobre el DPF. Al igual que la Hilux, trae botón forzar la regeneración del Filtro de Partículas.

En la parte de arriba tiene un estante de lado a lado. Es útil para tirar todo lo que no se usa en el día de laburo. Un tema a revisar es la ubicación del criquet y las herramientas. Creo que están mal puestos: se encuentran en el escalón de acceso de las puertas laterales. Entiendo que es un lugar accesible para casos de emergencia, pero también queda a mano de los descuidistas (que abundan en los sectores de carga y descarga).

Más allá de la falta de separación de la cabina, el habitáculo es cómodo, práctico y bien construido. No tiene ningún detalle cool, pero no lo necesita y cumple bien.

POR DENTRO – BAHÍA DE CARGA

Empecemos por lo bueno: tiene doble portón lateral, una excelente idea. Además, es la única que lo ofrece en su segmento. Las puertas corredizas son livianas y poco mañeras para abrir y cerrar. En el piso tiene varios ganchos de amarre de la carga, bien dimensionados y repartidos. El aglomerado de revestimiento podría ser mejor visualmente, pero se bancó los golpes bastante bien (así que sirven). El techo esta revestido y tiene dos luces (no son muy potentes, pero ayudan). El piso es plano.

Pero hay tres cosas que hacen que, como transporte, se limite mucho al punto de que no es práctica. Por suerte, son tres puntos de fácil solución.

1. El portón trasero de apertura vertical es una mala idea. Es pesado, se levanta despacio y aún en la posición máxima es bajo. Además, tiene un solo vidrio entero, sin protección. Es peligroso: si la carga desliza hacia atrás, romperá el vidrio. En la Hiace, si frenás fuerte, la carga te va a pegar en la cabeza. Y, si acelerás fuerte, sale por el vidrio. Cuando cargamos las latas puse un pallet para atajarlas, porque no quería romper el vidrio. Obvio que la carga va atada, pero las lingas se pueden cortar y eso es peligroso. Ya se explicó que la pared divisoria se ofrece como opcional. Consulté en Toyota Argentina por el vidrio trasero y me explicaron que todos los compradores de Hiace pueden acceder a la “Guía del Fabricante”, donde se detalla cómo puede hacerse la conversión sin afectar el correcto funcionamiento del vehículo. Otro tema importante que hará que te miren mal en destino y pierdas tiempo es que no se puede cargar con Clark. Viene el clarkista, ve que no puede hacer nada, te tira el pallet al costado y tenés que subir todo a mano. No, el clarkista nunca te va a ayudar a cargar. Cuando estás en fila para cargar o descargar, el tiempo es vital y nadie tiene paciencia. Esto se solucionaría con un portón trasero de doble hoja y apertura lateral, como en todas las otras vans del mercado.

2. El techo elevado tiene un problema: no es tan elevado. Tiene sólo 1.61 metros (la Sprinter más baja tiene 1.71 y la elevada más de dos metros), por lo cual el área total de 4.5 m2 no es tan aprovechable (la Sprinter más chica es mucho más corta y más alta, pero llega a 4 m2). Además, atento a este detalle: al ser tan bajo, nunca podés trabajar erguido. Siempre estás a 45 grados y te mata la cintura. Sumale que no la podés cargar con Clark y el combo es terrible. Terminé con molestias en la espalda. Puede ser mi edad, pero trabajar con peso y con la espalda doblada termina siempre en dolor de cintura, por más joven que seas.

3. La capacidad de carga en kilos es muy baja. Declara sólo 1.155 kilos, muy poco para u furgón. De hecho, el día de las latas metí 1.440 kg y ni se mosqueó. El problema es que tiene tan poco despeje que, en los lomos de burro, siempre va a raspar.

Veredicto: muy bien el habitáculo, pero regular la bahía de carga. Por suerte, todo es de fácil arreglo, Hay que cambiar el portón trasero, poner el divisor de serie y subir más el techo.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Motor 2.8 turbodiesel y caja AT6 de la Hilux tope de gama. Un powertrain espectacular por donde lo mires. Confiable, baja relación CV/litro (nada de motores apretados), simple, cadenero y con caja automática con convertidor de par. Listo, va a durar un millón de años.

En principio dije: “Es demasiado, con el 2.4 va de sobra”, pero aplausos para este acierto. El motor y la caja están sobrados por donde los mires. Tienen tanto resto que aún a plena carga siempre funcionan entre 1.200 y 1.800 vueltas, flotando con suavidad, sin ningún tipo de esfuerzo, ni para la mecánica ni para el conductor porque no pasa los cambios ya que es Automática, algo que la competencia no ofrece (¿para cuándo la Sprinter AT?).

Si bien declara los mismos 177 cv y 450 Nm de la Hilux, en mi opinión tiene un mapa distinto, a porque la noto más ágil saliendo desde abajo. Mueve con apenas esfuerzo y no se cansa nunca. Las relaciones de caja son las mismas, pero difiere atrás en el diferencial: 3,909 (Hilux AT6) y 3,727 (Hiace AT6).

A 80 km/h viaja a 1.500 vueltas y a 100 km/h a 1.750. Relax y tranquilidad. De 80 a 100 km/h sólo tarda 5.7 segundos. Los 177 burros están siempre listos y aplastan a la competencia. El torque está al servicio de mover kilos y no tanto andar rápido. Esta maravilla de Powertrain es otro de mis soldados en la batalla contra el downsizing en vehículos grandes. Al revés de lo esperado, el 2.8 con caja AT gasta lo mismo o menos que la competencia con motores 2.1 o 2.2. Con carga sin aire, mixto está en 9.2 litros. Todo ciudad, sin nada de autopista y con muchos semáforos, 9.9 litros cada 100.

La caja automática es “lo más de lo más para laburar”. Además del clásico PRND, tiene secuencial para subir y bajar cambios, pero está medio de adorno porque no responde a los pedidos hasta que el motor esté en régimen ideal, por lo cual podés hacer lo que quieras que a ella no le importa y decide la electrónica. Se protege ante todo y así debe ser un furgón.

La caja automática reduce el estrés sobre el conductor, pero también sobre el motor y el , embrague. Es más cara, pero se paga sola. Terminar un día de laburo de 350 kilómetros por Conurbano sin haber pasado cambios es un antes y un después.

La Sprinter no ofrece caja automática, tiene embrague bimasa y el repuesto con mano de obra vale cientos de miles pesos. Esto ya pasó con los camiones de basura. Hace 10 años empezaron a venir con cajas automáticas Allison y hoy ya no quedan manuales. Lo que se ahorraron en embragues es enorme. No hay vuelta atrás, el reparto es sin dudas AT. Y Toyota los primereó a todos.

Veredicto: Extraordinario. Ovaciones y sostenido aplauso de pie.

SEGURIDAD

Tiene todo lo que debe tener y nada más: tres cinturones inerciales con tres puntos de anclaje, doble airbag frontal, airbag para las rodillas del conductor, ESP (pero sin función adaptativa a la carga) y asistente frenado de emergencia. Adelante, tiene frenos a disco y atrás lleva tambores. La sensación es que el ABS entra un toque tarde y al estar descargada en una emergencia arrastra un poco demás atrás. Cumple sin desentonar en este ítem.

En este punto, Mercedes-Benz aniquila a la competencia. De serie, aún en la más barata de las Sprinter, hay frenos a disco en las cuatro ruedas, ESP Adaptativo a la Carga, Frenado Autónomo de Emergencia, Alerta de Fatiga del Conductor y Asistente de Viento Lateral. Admás, tiene control de velocidad crucero y limitador de velocidad. Estos ítems son fundamentales en el reparto, ya que evitan multas tontas por exceso de velocidad ridículos (la famosa 62 donde era 60) y ahorra mucho gasoil porque elimina las micro presiones al acelerador para mantener la velocidad.

Pero hay más, Mercedes-Benz te da la opción en las más baratas de pedir el opcional de cámara de marcha atrás, que viene de serie desde la mitad de gama para arriba. La Sprinter deja a la competencia sin aliento en seguridad y equipamiento. Veredicto para la Hiace en este aspecto: bueno.

COMPORTAMIENTO

Sabemos que la Hilux es por lejos la más dura. Pero ojo que la Hiace, mas allá de “lo que se dice”, no comparte chasis (es monocasco), no comparte eje trasero ni suspensiones. En ciudad, en el día a día, es mucho más cómoda y confortable que la Hilux, al punto de poder decir que es el furgón más confortable del segmento en cuanto a andar urbano. Si le sumás la caja AT, la verdad es que es un placer usarla, porque no vas a los saltos ni pasando cambios. El radio de giro es promedio. Lo único que tenés que cuidar es que por tener tan poco despeje, en los lomos grandes toca abajo cuando está cargada.

La Hiace es aplomada, ágil, responde a los llamados y filtra pozos y cráteres con soltura, transmitiendo esa “sensación Hilux” que le gusta que la golpees y no le duele. Una maravilla el confort de marcha en ciudad. Excelente puesta a punto.

En autopista a velocidades “de reparto” va tranquila, sin mosquearse. Pero más allá de los 100 km/h aparecen los Fantasmas Hilux y empieza a transmitir cierto nerviosismo en cuanto a estabilidad. Terminás levantando el pie del acelerador. Si bien los furgones son para laburar y no correr, en ruta tanto la Transit como la Sprinter, aún siendo más altas, le pasan el trapo: van como trenes. Sin embargo, las Ford y Mercedes-Benz son más duras y saltarinas en ciudad. En autopista, la Hiace sufre de forma notoria los vientos laterales, que realmente la mueven demasiado. Se entiende por qué Mercedes-Benz le puso a la Sprinter de serie el Cross Wind Assist.

La maniobrabilidad es promedio. Veredicto: Excelente en ciudad. Bueno en autopista y ruta.

CONCLUSIÓN

La Hiace tiene lo necesario para ser un éxito. Lo que tiene que corregir es poco y fácil. La base que tiene es muy buena y -sin ser de vanguardia- es de calidad y robustez típicas de la marca.

Anda bien, consume poco, es cómoda, va a durar años, todo lo que tiene está recontra probado, viene con dos portones laterales, tiene caja automática, el motor de la Hilux y cuenta con un servicio de postventa por encima de las generalistas. Agregale la mejor garantía del segmento: cinco años o 150 mil kilómetros. Listo, sale con fritas.

Pero entonces, ¿por qué se vende tan poco? Por dos motivos.

1. Castigada por los impuestos extrazona, es carísima: 45.400 dólares. El precio no resiste análisis, ya que las competidoras cuestan bastante menos. El golpe demoledor lo da Mercedes.Benz. Por 45.930 dólares ofrece la Sprinter 516 XL Techo Elevado con eje trasero de ruedas duales y cinco toneladas de carga. Además, trae hasta cámara de retroceso de serie. Es mucho más grande, es más segura, está más equipada y tiene un volumen de carga que hasta permitiría meter una Hiace completa. Listo, knock out.

2. El otro motivo se llama Sprinter Street. Mercedes-Benz ofrece la van de entrada de gama 311 a sólo 33.600 dólares. Tiene un equipamiento de confort y seguridad sin igual, una confiabilidad igual o mejor que la de Toyota, una red de servicios de años y años especializada en vehículos de laburo, disponibilidad de repuestos ejemplar, una gama de productos interminable, una calidad de exportación a los mercados más exigentes y sobre todo algo que pesa mucho: una Estrella en la trompa. Mercedes ofrece un vehículo extraordinario a un precio sin igual, que aniquila cualquier decisión de compra. La Sprinter incluso se deglutió a su hermana, la Vito, que siempre fue cara, poco potente y chica. Ojalá entiendan rápido que la Sprinter debe ofrecer urgente una versión con caja automática. Para laburo es lo que va, sin dudas. Es lo único que les falta.

La Hiace viene importada de Japón, pero Toyota ya anunció que analiza la posibilidad de producirla en la Argentina. Si se llegara a fabricar en Zárate y lograran bajar el precio, la historia será otra. El producto es muy bueno en general y, si bien no le va a pelear el liderazgo a la Sprinter, seguramente puede convertirse en un jugador de mucho peso.

Sólo les pido una cosa a los chicos de Zárate: si la fabrican acá, ¿podrían ponerle el relojito ochentoso tipo Casio de los viejos Toyota? Cada vez está en menos modelos. Y lo extraño.

J.Ch.
Agradecimiento: Metalúrgica Freyre

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Archivo para descargar: Ficha-técnica-Toyota-Hiace

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ADEMÁS
Costos de mantenimiento

No todas las marcas acceden a brindar esta información, pero Toyota Argentina aceptó compartir con Autoblog los costos de mantenimiento de la Hiace.

* Servicios: 10.000 km, 11.700 pesos; 20.000 km, 12.500 pesos; 30.000 km, 12.600 pesos; 40.000 km, 14.600 pesos; 50.000 km, 11.700 pesos.

* Repuestos: óptica delantera derecha, 15.096 pesos; faro trasero derecho, 11.518 pesos; paragolpes delantero, 23.170 pesos; juego de pastillas de freno delantero, 7.169 pesos; cristal portón trasero, 14.098 pesos; batería, 13.096 pesos.

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Toyota Hiace: una nueva trompa en el segmento de los furgones.

Probamos la versión L2H2 de 45.400 dólares. Pero también hay una L1H1 de 42 mil dólares.

Un claro punto a favor: doble portón lateral deslizante.

 Y un claro punto en contra: portón trasero de apertura vertical.

Interior sencillo, pero pensado para durar muchos años.

Varios botones “ciegos”. No tiene Control de Crucero.

Dos butacas normales y una tercera al medio, para emergencias. Todos con apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos de anclaje.

Otro claro punto a favor: caja automática de serie. Es algo que la Mercedes-Benz Sprinter aún no ofrece, ni siquiera como opción.

Más puntos en contra: no hay división entre el habitáculo y el espacio de carga. Peligroso y poco práctico.

Ahí se guarda el cricket.

 Y ahí la bolsa de herramientas. Ya no es culpa de Toyota, pero están muy a mano para “descuidistas” y “amigos de lo ajeno” (que lamentablemente abundan en zonas de carga y descarga).

La batería está bajo los pies del conductor.

La Hiace L2H2 tiene un volumen de carga de 9.2 metros cúbicos. El vidrio trasero entero queda muy expuesto a los golpes.

¿Y esa Coupé 86? Es la famosa Hachi Roku de Rodrigo Freyre (leer historia).

Hicimos una visita a Metalúrgica Freyre y pusimos la Hiace a trabajar.

Antes, revestimiento casero para evitar que la carga dañase a los asientos (y pasajeros).

Cargamos bandejas, chapas y todo tipo de productos metalúrgicos.

Varios viajes, ida y vuelta por el Conurbano bonaerense.

La 86 también quiso ayudar.

Toyota y Toyota. Una verdadera familia trabajadora.

Con carga plena, el despeje del suelo se reduce mucho.

Los guardabarros casi tocan el piso.

Lo mejor de la Hiace: el motor 2.8 turbodiesel (177 cv y 450 Nm) de la Toyota Hilux.

Incluye botón para regenerar el DPF en forma manual.

Carrocería autoportante. Calidad de construcción Toyota.

La Toyota Hiace tiene mucho para mejorar, pero la base es muy buena. Ojalá se fabrique en Argentina (leer planes de Toyota Argentina).

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Por qué hoy viernes no hay “En el garage de Autoblog” (y esta noche, sí)

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Como ya es una tradición desde hace 14 años, los viernes en Autoblog son días de “Críticas” y “En el garage”: publicamos la prueba de manejo de un auto y anticipamos el siguiente modelo que ya estamos evaluando para publicar a la semana siguiente (ver sección especial).

Hoy será una excepción. No habrá nota “En el garage de Autoblog” porque el auto que estuvimos probando durante esta semana se encuentra todavía bajo un acuerdo de confidencialidad. Es lo que se llama un “embargo periodístico” (leer definición y condiciones).

Ese embargo vence esta medianoche. A partir de la cero hora del 1° de agosto se levantará la restricción de publicación.

Feliz viernes a todos. Nos reencontramos a la medianoche.

C.C.

Crítica: Peugeot 208 Feline 1.6 Tiptronic (2021)

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Texto de Carlos Cristófalo
Fotos de Orly Cristófalo

Y un día la Serie 200 de Peugeot volvió a fabricarse en la Argentina. En El Palomar se produjeron los 206 y 207 Compact. Y, cuando muchos imaginaban que también se iba a fabricar el primer 208, el proyecto se fue para Brasil. Pero ese error en la (Casa) Matrix se corrigió con el Nuevo 208. Es el auto también conocido como 208 II, segunda generación del hatchback de Peugeot para el Segmento B (chico).

La semana pasada comenzó la producción en serie y el lanzamiento oficial será en este mes de agosto. En Autoblog seguimos de cerca todo el proceso de desarrollo y producción. En noviembre pasado manejamos las unidades camufladas de preserie (leer nota) y en febrero recorrimos la línea de producción, para conocer todos los detalles de la nueva Plataforma CMP (leer nota).

Ahora manejamos una semana una versión definitiva: de serie. Es un Feline 1.6 Tiptronic, que -al menos en esta primera etapa- se ubicará al tope de la gama del nuevo modelo nacional. Los precios de preventa se conocerán la semana que viene.

Actualización: ya están publicados acá.

La crítica completa del 208 (2021) se reproduce a continuación.

POR FUERA

Es prácticamente igual al 208 II francés, un modelo que recibió el premio de Auto del Año en Europa, en gran parte por el diseño firmado por el famoso Gilles Vidal (que acaba de ser contratado por Renault).

En nuestro mercado, competirá contra los hatchbacks más modernos del Segmento B (chico): Chevrolet Onix, VW Polo y Toyota Yaris. Aunque tampoco hay que olvidar a otros algo más veteranos, que siguen vendiendo muy bien: Renault Sandero, Ford Ka y Fiat Argo.

En términos de diseño, el nuevo 208 me parece el más lindo de todos, aunque eso siempre es algo subjetivo. Para que quede claro hacia dónde apunta mi gusto personal, también tengo que mencionar que me agrada mucho el diseño de otro Segmento B que me olvidé más arriba: el Kia Rio mexicano.

Pero vamos a los datos objetivos e irrefutables: el nuevo 208 es más moderno y llamativo que el viejo 208. Y también tiene proporciones diferentes: mide 4.055 milímetros de largo (80 más que el anterior 208), 1.738 de ancho (dos más), 1.453 de altura (17 menos) y mantiene la misma distancia entre ejes (2.540 mm).

Es decir: es más largo y ancho, pero también más bajo. Eso le brinda ese aspecto más agazapado y deportivo. Su silueta tiene dos volúmenes bien diferenciados, con un capot más recto y un parabrisas más vertical. Con respecto al 208 europeo, todas las medidas del argentino son iguales, excepto la altura: es porque el modelo nacional tiene entre 10 y 12 milímetros extra de despeje del suelo, para adaptarlo a nuestros caminos “no tan perfectos”.

También se modificó el ángulo de ataque en la trompa. Pasó de 14 a 16 grados, justamente para evitar que “toque fondo” en algunos badenes. No siempre lo logra.

Por normativas de emisiones de gases contaminantes, que obligan a homologar valores de consumo más bajos, el Peugeot 208 europeo también utiliza algunos materiales más ligeros (a menor peso, menor consumo). Por ejemplo, el capot del 208 europeo es en aluminio, mientras que en el argentino es de acero.

Esta versión Feline será, por el momento, la más equipada que se fabricará en El Palomar. Por debajo tendrá al menos dos versiones de entrada a gama, cuyos nombres, configuraciones y precios se informarán al momento del lanzamiento oficial. Eso también significa que, por ahora, no tendremos la atractiva versión GT Line, que ya se vende en Europa: tiene guardabarros negros y un alerón trasero más grande.

Es probable que el equipamiento GT Line se ofrezca más adelante en versiones importadas, como el 208 e-GT Line (100% eléctrico), que ya fue fotografiado durante la grabación de un comercial en Brasil (ver imágenes).

El principal rasgo distintivo del Feline son sus faros 100% de leds, con los llamativos “colmillos”, que se usan como luces diurnas. Son esos dos “paréntesis” de luz que enmarcan la parrilla. La idea es que reconozcas al 208 desde lejos por su “firma lumínica”. Quedan muy bien y son originales, pero pobre de quien compre la versión de entrada a gama: en lugar de colmillos de leds recibirá dos filetes de plásticos negros, tapando ese lugar vacío de la trompa (triste).

Las ópticas traseras son una evolución de las “Garras del León”, ya vistas en el primer 208. Ahora tienen un efecto 3D y se ven mucho más modernas.

La estética de este Feline se completa con techo panorámico y llantas de 16 pulgadas de dos tonos (calzadas con Pirelli P7 195/55R16). Sobre la luneta, un detalle que no puede faltar en un buen Peugeot de la Serie 200: un generoso alerón de dos piezas, con el segundo tramo pintado de negro.

POR DENTRO

Primero, una mala noticia para los amantes de los autos conservadores: sigue el curioso puesto de manejo i-Cockpit, con el volante chiquito, que obliga a ver el tablero por arriba del aro de dirección (y no a través de él, como en cualquier auto normal).

Y ahora la buena noticia: el i-Cockpit de este nuevo 208 es una clara evolución del viejo 208. Se inscribe en la misma línea de la posición de manejo de los Peugeot más modernos: 3008, 5008 y 508. Esto significa que, quienes midan más de 1.80 metros de altura, ya no se van a sentir incómodos. La posición de manejo sigue resultando exótica, pero uno se acostumbra de manera más rápida y natural. Es un gran ejercicio de ergonomía.

Para lograrlo se rediseñó la butaca (ahora tiene una banqueta más larga y mayor rango de desplazamiento vertical y lateral), se modificó el volante (el aro ya no es tan chiquito y tiene gran diseño, achatado en los polos y con sólo dos radios), se incorporaron ajustes más holgados en la columna de dirección (tiene mayor recorrido en altura y profundidad) y el tablero se replanteó por completo.

Ese tablero es un show aparte. Es 100% digital y tiene 10 pulgadas, pero eso no alcanza para definirlo. También es 3D, lo cual significa que deja al famoso Active Info Display del VW Polo como si fuera una calculadora Casio Fuego. El efecto 3D se logra con un display digital en el tablero y un proyector de imágenes ubicado en su parte superior (oculto bajo la visera). Así se logra mostrar dígitos y gráficos que parecen flotar y girar en el aire. Es realmente espectacular y lo van a adorar los fanáticos de los gadgets techies.

Ahora, ¿es práctico? La lectura de la información con tanto movimiento y diseño requiere tiempo y hábito. Por ejemplo, el tacómetro trepa de derecha a izquierda (al revés de lo habitual) y la proyección es traslúcida. Nunca va a ser tan claro y simple como con un cuentavueltas analógico.

El otro problema es que el diseño y la tecnología detrás de este tablero es abrumadora, pero eso no es sinónimo de mayor o mejor información. Se podría haber aprovechado el desarrollo para sumar datos útiles, como presión de neumáticos en tiempo real o nivel de carga de la batería.

La información se completa con la pantalla multimedia de siete pulgadas. No tiene GPS propio, pero vienen con Apple CarPlay y Android Auto. Muchas funciones y atajos de la pantalla se activan desde las teclas de caza-bombardero de abajo, como en las 3008/5008. Tiene tres puertos USB y cargador de smartphone inalámbrico (con una práctica tapita para ocultarlo).

Los tapizados de esta versión Feline son de muy buena calidad y resultan agradables a la vista: es una linda combinación de cuero, tela y Alcántara. La plancha de instrumentos y las puertas tienen algunos revestimientos blandos, con un estampado que simula la trama de la fibra de carbono. Junto con el techo panorámico, el tablero 3D, los materiales blandos y las teclas aeronáuticas, se ve todo muy moderno, atractivo y bien terminado.

¿Contras? Claro que las tiene. La palanca de cambios no es como en el 208 europeo, que usa la selectora de la 3008 (tipo joystick-galáctico). Esa selectora modernosa suele asociarse a la caja automática de ocho cambios, que no está disponible en el 208 argentino. Por eso, viene con la misma selectora del viejo 208.

Más contras: el asiento trasero fue rediseñado para esta versión nacional. Si el objetivo fue ganar espacio, hay que decir que sigue siendo bastante justo, sobre todo en el sector de las piernas Hay cinturones para cinco pasajeros, pero atrás cabrán sólo dos adultos, siempre y cuando no sean muy grandotes.

El baúl tiene 311 litros de capacidad. Está bien para su segmento y es un salto importante frente a los 285 que tenía el 208 brasileño. La mala noticia está bajo el piso de carga. Tiene una rueda de auxilio finita, de uso temporario. Y eso que sobra espacio para llevar una de verdad. Con esa rueda de auxilio no se puede circular a más de 80 km/h.

SEGURIDAD

Mucho diseño y gadgets techie. Pero también un montón de dispositivos de seguridad. Por empezar, ahora todos los 208 vienen con control de estabilidad de serie. Era hora. El viejo 208 sólo ofrecía ESP en algunas opciones, lo cual lo convertía en un auto difícil de recomendar.

Todavía no se informó el equipamiento de las versiones de entrada a gama, pero al menos este Feline viene muy completo.

Tiene seis airbags y también cuenta con una gran cantidad de asistencias a la conducción (ADAS): Frenado Autónomo de Emergencia, lector de señales de tránsito (con alerta de límite de velocidad), sistema de mantenimiento de carril, alerta de riesgo de colisión, cámara de retroceso con visión en 180 grados, detector de fatiga y faros adaptativos.

El nuevo 208 se convierte así en el auto fabricado en la Argentina con la mayor cantidad de ADAS. Los únicos que se acercan son dos utilitarios nacionales: Ford Ranger Limited y Mercedes-Benz Sprinter. Incluso tiene más asistencias que el Chevrolet Cruze Premier.

En la columna del Debe: no tiene sensores de estacionamiento delanteros, no tiene control de crucero adaptativo (sólo convencional) e insiste con un defecto importante: frenos traseros de tambor. El 208 europeo lleva discos en las cuatro ruedas a partir de las versiones con más de 100 caballos de potencia.

Tambien perdió un clásico de los Peugeot Serie 200: la luz antiniebla central trasera (el europeo sí la tiene).

El nuevo 208 argentino todavía no fue sometido a pruebas de choque independientes. Por la pandemia, LatinNCAP no publicó ningún resultado en lo que va del 2020. EuroNCAP probó el 208 europeo y le dio una calificación de cuatro estrellas, pero este resultado no es válido para nuestro mercado: la carrocería del europeo está fabricada con otros materiales. Sería interesante un crash test con el 208 nacional, para saber qué tan globalizada está su estructura de seguridad.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Si el nuevo 208 se destaca en diseño y seguridad, en este punto produce una verdadera desazón. No hay ninguna novedad con respecto al antiguo 208 brasileño/francés, ya discontinuado (leer obituario). De hecho, hay un retroceso, porque desaparecieron los GT, XY y GTi con el 1.6 THP.

Este 208 Feline viene con el viejo y conocido motor EC5 1.6 16v VTi. Mantiene el mismo rendimiento de siempre: 115 cv a 6.000 rpm y 152 Nm a 4.000 rpm. Es un motor conocido, confiable y razonable para mantener, aunque tiene distribución por correa y queda relegado ante competidores con mecánicas mucho más modernas.

El EC5 VTi recibió algunos cambios bien puntuales, para adaptarlo al nuevo 208. Por ejemplo, se quitó el embellecedor del motor y se achicaron los conjuntos de admisión y cárter de aceite. Es porque el capot está más bajo que en el anterior 208, para responder mejor en las pruebas de choques de peatones.

Además, se cambió el proveedor de la inyección electrónica y se redujo la capacidad del tanque de combustible. Bajó de 55 a 47 litros, con respecto al 208 brasileño. Es más chico, pero no tanto como el 208 europeo, que tiene apenas 44 litros. Por último: el escape ahora es “monoblock”, todo en una sola pieza, sin partes separadas. No se puede cambiar por tramos.

La transmisión tampoco evolucionó. Las versiones de entrada a gama se seguirán combinando con caja manual de cinco velocidades y este Feline se ofrece sólo con caja automática de seis marchas. Es la conocida Aisin japonesa de siempre, que Peugeot rebautizó Tiptronic. Tiene modo secuencial, pero no hay levas del cambio en el volante.

Acá es donde la diferencia resulta abismal con el nuevo 208 europeo, que tiene motores turbonafteros y turbodiesel, entre 75 y 131 caballos de potencia. También se ofrece la versión 100% eléctrica 208 e-GT Line, de 130 cv. Y hay tanto cajas manuales de sexta, como automáticas de octava. Si en algún momento llegan esas variantes a nuestro mercado será sólo con unidades importadas de Europa.

En una primera etapa, el proyecto del nuevo 208 nacional contempló otras dos motorizaciones: 1.2 atmosférico de 75 cv (lo tuvo el primer 208, pero sólo para el mercado brasileño) y 1.2 turbo de 131 cv (es el mismo impulsor que ofrecieron en la Argentina el Citroën C4 Cactus español y los DS 3). El turbo fue descartado por razones de costos. Y el otro podría ofrecerse sólo en versiones de entrada a gama.

Si se concreta el proyecto -aún no oficializado- de fabricar la nueva generación de la SUV Peugeot 2008 en El Palomar, recién ahí podría volver a analizarse la posibilidad de sumar el 1.2 turbo. El mayor volumen de producción permitiría lograr un costo más accesible.

Es una pena, porque el rival más vendido y moderno del segmento -el nuevo Chevrolet Onix– sí ofrece una opción con turbo. Y pronto se sumarán más rivales: los VW Polo (1.4 TSi GTS) y Fiat Argo (1.3 turbo).

COMPORTAMIENTO

Te acercás al 208 y las puertas se destraban. No hace falta sacar la llave del bolsillo para abrirlo ni ponerlo en marcha, porque el encendido es por botón. Intentá abstraerte por un momento de ese show de luces y colores que es el tablero digital Quartz I-Cockpit 3D: lo primero que vas a notar del nuevo 208 es el silencio en el habitáculo. La cabina está muy bien aislada y el motor incluso suena sorprendentemente ronco y agradable, cuando arranca en frío. Lo menciono porque es una rareza: nunca escuché a ese veterano EC5 sonar tan bien.

Lo segundo que vas a notar -siempre tratando de que no te distraigan los gráficos, que se mueven todo el tiempo en el tablero- es que el andar es muy confortable. No hay sequedades en la suspensión. Y el tren delantero se siente bien robusto. Lo menciono porque ese justamente era un punto débil del 208 anterior. La diferencia es tan notoria que pronto te vas a sorprender pasando lomos de burro a una velocidad mayor de la que corresponde. No es lo correcto, pero es una reacción comprensible ante la sorpresa por la solidez que transmite el auto.

La tercera cosa que te va a llamar la atención -mientras tratás de no engancharte con los dibujitos animados del tablero- es la transmisión: los cambios pasan con una gran suavidad. No hay saltos ni tironeos. Es la misma Aisin de siempre, pero reprogramada para funcionar con mucha más precisión en este nuevo 208.

Se nota también que el software de la caja intenta mantener el motor siempre en el régimen más bajo de funcionamiento. Es un esfuerzo por mantener a raya el consumo del antiguo motor. En ciudad, gasta 9.5 litros cada 100 kilómetros. Es elevado para un auto de este segmento.

Acá es donde se recomienda comenzar a probar los diferentes modos de manejo. Están un poco escondidos, con botones ubicados a la izquierda y abajo del volante (cuando lo habitual es colocarlos cerca de la palanca de cambios).

Con el modo Eco activado, es posible bajar el consumo a 9 litros cada 100 en ciudad. Sigue siendo elevado, pero algo es algo. Las reacciones ante las demandas del acelerador son claramente más suaves, aunque es posible despertarlo por completo si pisás el pedal a fondo.

El nuevo 208 es un gran auto para manejar todos los días en la ciudad: la suspensión tiene una puesta a punto pensada para nuestras calles horribles. Sólo vas a tener que cuidarlo un poco en los badenes profundos, porque el voladizo delantero -a pesar en la modificación en el ángulo de ataque- es más largo que en el anterior 208. Más allá de eso, tiene una agilidad aceptable, es extremadamente silencioso y será una gran compañía en los atascos del tránsito: podés entretenerte jugando a los Estudios Pixar, con las diferentes configuraciones del tablero.

El problema surge cuando subís a una autopista o salís a la ruta. Lo primero que vas a pensar es que -mientras mirabas los Looney Tunes del tablero, en el último semáforo- alguien se llevó el motor. Hundís el pedal a fondo y no pasa nada. Este EC5 siempre se caracterizó por la falta de torque en baja, pero en la configuración para el nuevo 208 marca un nuevo récord.

Es realmente anémico hasta las 3.000 rpm y el torque máximo lo entrega recién en las 4.000 rpm. De ahí hasta las 6.500 rpm se vuelve más interesante, pero en esa franja también se disparan el ruido y los consumos.

El mejor consejo que te puedo dar es que, en rutas y autopistas, manejes siempre con el modo Sport activado. Eso no le agrega potencia ni torque al motor, pero sí consigue modificar el software de la caja, para que cada CV y Nm se conviertan en héroes. La diferencia es realmente notoria, aunque es probable que aumenten un poco los consumos. En ruta, a 120 km/h constantes, gasta 7.5 litros cada 100 kilómetros. A esa velocidad y en sexta marcha, el motor trabaja a 3.000 rpm.

Las cifras de prestaciones son correctas: acelera de 0 a 100 km/h en 11.6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 188 km/h. Son valores más que dignos para hacer viajes en ruta.

Pero no olvides mantenerlo siempre en modo Sport. Cuando no puedas conservar una velocidad constante y te encuentres con tráfico pesado de camiones, es probable que el consumo en Sport trepe a 9 litros cada 100, pero te vas a sentir más seguro con reacciones más vivaces de ese modo de manejo. Si usás los modos Normal o Eco en ruta, cuando llegue el momento de adelantar un camión, se te va a llenar la humanidad de preguntas.

No es una novedad que este motor tenga nulo torque en baja. Siempre fue así. El tema es que eso queda aún más en evidencia cuando pasan los kilómetros y sale a la luz lo brillante de la puesta a punto del chasis.

Mejor dedicarse a explorar las posibilidades de las asistencias a la conducción. El lector de señales de tránsito te avisa con buena anticipación de un cambio en el límite de velocidad máxima. La dirección se corrige sola si te estás saliendo del carril sin haber activado la luz de giro. Y el detector de fatiga te va a recomendar que pares a descansar cuando te vea distraído.

Lo manejé también en el ripio. Es un auto divertido (si te animás a desconectar el ESP y a comportarte como un adulto responsable). Con el control de estabilidad activado, sobre terrenos deslizantes, la electrónica interfiere con rapidez. Por suerte, se puede desconectar por completo. No es una queja: ya bastante me quejé del anterior 208 brasileño, que no tenía ESP de serie.

En terrenos desparejos brilla una vez más la puesta a punto de la suspensión. Es un auto incluso más robusto que algunas SUVs de Peugeot: las actuales 2008 y 3008 nunca se sientieron cómodas sobre caminos en mal estado. A este 208 sólo le agregaría frenos a disco traseros y alguna protección extra en los bajos, para que el ripio no golpee tanto contra la chapa. ¿O acaso esa será una tarea de la próxima SUV 2008? Comparte la misma plataforma y podría llegar a producirse en El Palomar. Ojalá se concrete.

Esta Plataforma CMP es más ligera, tiene una mayor resistencia a la torsión y un centro de gravedad más bajo. Es la gran responsable de que el comportamiento dinámico de este nuevo 208 resulte claramente superior a su antecesor. Si a eso le sumás un i-Cockpit que por fin es inclusivo para toda clase de estaturas, te vas a encontrar manejando un auto que te hace sentir parte de la máquina (lo cual es muy divertido).

Se nota con claridad que es un chasis listo para recibir motores mucho más potentes. Y ojo que ni siquiera estoy pidiendo los 208 cv que supo ofrecer el viejo 208 GTi francés. Me conformaría con los 165 del discontinuado 208 GT brasileño.

Pero bueno, parece que no daba por una cuestión de “costos”. Es una Ecuación Turbo que sus rivales (comenzando por el Onix) sí supieron resolver.

CONCLUSIÓN

El nuevo Peugeot 208 se destaca por diseño, tecnología, calidad de fabricación, comportamiento dinámico y -sobre todo- equipamiento de seguridad. Esta versión Feline marca un nuevo estándar en asistencias a la conducción entre las marcas generalistas del Segmento B. Son virtudes que van a valorar con rapidez los usuarios del anterior 208 y que le puede llegar a robar clientes a la competencia.

Su principal defecto es la ausencia de mecánicas más modernas. Los modos de manejo y el nuevo software de la caja automática hacen lo imposible para sacar el mejor rendimiento del veterano 1.6. Pero no hacen milagros. Es algo que incluso van a extrañar los usuarios del viejo 208, que llegaron a tener variantes con mucha más potencia y torque.

Es un auto urbano, cómodo, silencioso y con una puesta a punto pensada para las calles de nuestro país: se banca el maltrato. También está preparado para realizar viajes largos en ruta, que es donde más brilla la ingeniería de su Plataforma CMP. Hay que celebrar que se fabrique en la Argentina.

El problema es que, cuanto más kilómetros hagas con este 208, más vas a notar la presencia de un motor anticuado, que no está a la altura de un chasis brillante. Por eso, cada vez que veas estos colmillos de leds resplandecientes en las rutas, recordá este mensaje: estamos ante un León argentino que está listo para devorarse muchos, pero muchos más caballos.

C.C. / O.C.

***

Saluden al nuevo Peugeot fabricado en la Argentina: es la segunda generación del 208.

Primer auto producido en nuestro país con la Plataforma CMP, que ojalá permita sumar más modelos a la planta de El Palomar.

Tiene las mismas medidas del 208 II europeo, pero con un despeje del suelo hasta 12 milímetros más elevado.

Esta versión Feline se va a distinguir a la distancia y a cualquier hora del día: faros 100% de leds, con luces diurnas en forma de “colmillos”.

Interior con posición de manejo i-Cockpit de nueva generación. Ahora es inclusivo, para conductores de todo tipo de estaturas.

Esta versión Feline viene con asientos tapizados en una atractiva combinación de cuero, tela y Alcántara.

Atrás hay buen espacio en altura, pero resulta muy justo para las piernas.

Techo panorámico. Es fijo, no se abre. Y viene con cortina manual.

¿Y esto? Una visera poco convencional, para un tablero nada normal.

Así es el Quartz 3D digital de 10 pulgadas. Hay varias capas de información y gráficos con mucho diseño y movimiento.

El efecto 3D se logra con un proyector oculto en la parte superior de la visera (ver video abajo).

Pantalla multimedia de siete pulgadas. Revestimientos blandos, con trama símil fibra de carbono. Y botonera aeroespacial derivada de la 3008.

Tiene dos puertos USB y cargador inalámbrico, oculto detrás de esta tapa.

Conserva la conocida caja automática Aisin de seis marchas.

Otros viejos conocidos bajo el capot.

El veterano EC5 1.6 16v VTi apenas fue modificado para caber bajo el capot del nuevo 208.

¿La tapa del tanque de combustible es exageradamente grande? Sí, porque está diseñada para ocultar los dos enchufes de carga en la versión 100% eléctrica.

El baúl creció de 285 a 311 litros frente al viejo 208. El tanque de combustible se redujo de 55 a 47 litros.

Bajo el piso de carga, una mala noticia: rueda de auxilio finita, de uso temporario.

En el Feline, llantas diamantadas y Pirelli P7 195/55R16.

Sobre el parabrisas: los radares, cámaras y sensores de las ayudas a la conducción.

Generoso alerón sobre la luneta. Clásico de la Serie 200 de Peugeot.

Lo probamos en ruta y ripio. Suspensión robusta y pensada para nuestros caminos. 

El chasis es un gran acierto de este nuevo 208.

La base es muy buena. La mecánica merece mejorar.

El nuevo León argentino.

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Peugeot 208 1.6 Feline Tiptronic
Origen: Argentina
Precio: 1.844.000 pesos.
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: Peugeot Argentina (www.peugeot.com.ar)

MOTOR
Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica multipunto.
Cilindrada: 1.587 cc
Potencia: 115 cv a 6.000 rpm
Torque: 152 Nm a 4.000 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico.
Caja: automática, de seis velocidades, con convertidor de par y modo secuencial.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: eje de torsión, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: de tambor.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Neumáticos: Pirelli P7 195/55R16 (rueda de auxilio de uso temporario)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 188 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 11.6 segundos
Consumo urbano: 9.5 l/100km
Consumo extraurbano: 7.5 l/100km
Consumo medio: 8.5 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.055 mm / 1.738 mm / 1.455 mm
Distancia entre ejes: 2.538
Peso en orden de marcha: 1.252 kg
Capacidad de baúl: 311 litros
Capacidad de combustible: 47 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Anclajes Isofix
Cinco apoyacabezas
Cinco cinturones de seguridad inerciales de tres puntos
Frenos ABS con EBD
Control de estabilidad (ESP)
Control de tracción (ASR)
Asistencia al arranque en pendiente
Sensores de estacionamiento traseros
Cámara de retroceso con sistema de visión 180 grados
Regulador y limitador de velocidad
Alerta de riesgo de colisión
Freno automático de emergencia
Lector de carteles de velocidad
Alerta de descanso
Mantenimiento de línea del carril activo
Adaptación automática del entorno luminoso
Alerta atención conductor por cámara
Alarma perimétrica
Acceso y arranque manos libres (ADML)
Faros Full Led
Tablero digital con I-cockpit 3D
Tapizados en cuero con Alcántara
Recarga inalámbrica de smartphone
Alerón trasero
Llantas de aleación de 16” diamantadas
Climatizador de una zona
Techo panorámico
Pantalla táctil 7”

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VIDEO: Peugeot 208 – Tablero Quartz 3D Digital

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VIDEO: Peugeot 208 – Producción en El Palomar

En el garage de Autoblog: Ford Kuga Hybrid

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Cuando uno habla con los ejecutivos de las automotrices, el mantra que más se escucha por estos días es que “el mercado hoy demanda pick-ups y SUVs”, al mismo tiempo que siempre aclaran que “el futuro de la movilidad será electrificado”.

En Ford parecen haberse tomado muy en serio ese análisis y lo están aplicando con velocidad en su gama de productos en la Argentina. En materia de autos, hoy sólo ofrece el Ka brasileño, el Mondeo mexicano y el Mondeo Hybrid español. El mexicano tiene los días contados, porque esta semana se anunció que cesará su producción para destinar esa línea de montaje a una SUV: la nueva Bronco Sport (ver nota).

Y en materia de vehículos “electrificados”, al Mondeo Hybrid se sumó la nueva Kuga Hybrid en junio pasado. La SUV para el Segmento C (compacto) estrenó su tercera generación en la Argentina y ahora sólo se ofrecerá con mecánica híbrida.

No hay planes de volver a vender el Fiesta en la Argentina (la fábrica que lo producía en Brasil se vendió para construir un barrio privado, leer más) ni el Focus (la producción en Pacheco se canceló sin un reemplazante directo, leer obituario). Y la estrategia de ampliar la gama de SUVs recibió hoy mismo la incorporación de una novedad procedente de China: la Ford Territory (ver equipamiento y precios).

Abandonar segmentos para concentrarse en otros siempre es una apuesta arriesgada: existe la posibilidad de que cambien las tendencias del mercado y de perder terreno frente a la competencia.

No hay que olvidar tampoco el tema de la fidelidad de los clientes: Ford está dejando a usuarios de Fiesta y Focus sin una alternativa en su gama actual. ¿Todos esos consumidores preferirán subirse a una SUV o buscarán un auto similar en los concesionarios de otras marcas?

La Kuga Hybrid que se encuentra en este momento en el garage de Autoblog es un doble ejemplo de ese salto mortal hacia atrás que está dando la gama de productos de Ford Argentina: una SUV electrificada.

¿Caerán parados?

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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La Kuga Hybrid SE 2WD cuesta 48.400 dólares. Ver ficha técnica y equipamiento.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

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ADEMÁS
En el Twitter de @Autoblogcomar

En el garage de Autoblog: VW Amarok V6 258cv Comfortline

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Y la historia siguió así. Después de haber batido el récord de permanencia en el garage de Autoblog por la Cuarentena, finalmente volvió a Pacheco la VW Amarok V6 258 Black Style (leer crítica).

Lo bueno de que el Grupo VW concentre su flota de vehículos de Prensa en un mismo lugar, es que hay mucho para elegir y probar. Fue así que después de la Black Style hicimos un enroque con el nuevo Audi A1 (leer crítica) y después con el Audi A7 Sportback (leer crítica).

Y, cuando volví una vez más a la sede de Volkswagen Argentina en el partido de Tigre, para entregar el famoso “mild-hybrid boat”, Gonzalo Fernández Funes -responsable de Prensa de VW Amarok- me hizo una propuesta que no pude rechazar.

-Además de la Black Style, ya tenemos en flota la nueva Amarok V6 258cv Comfortline. ¿No te gustaría probarla también?
-Y dalee…

Así es: no sólo la exclusiva y deportiva Black Style recibió el salto de potencia. Desde febrero de 2020, la mejora se aplicó a todas las nuevas Amarok V6: Comfortline, Highline, Extreme y la mencionada serie especial Black Style.

En Autoblog ya habíamos probado la Amarok V6 Comfortline 224cv en abril de 2018 (leer crítica).

La nueva Comfortline V6 258cv sigue siendo la versión orientada al trabajo de la pick-up mediana más potente de la Argentina: tiene neumáticos Michelin LTX Force para uso off-road, llantas de 17 pulgadas, guardabarros sin pintar, faros halógenos y tapizado en tela.

Por supuesto, también es bastante más barata. La V6 258cv Comfortline cuesta 3.09 millones de pesos, mientras que la V6 258cv Black Style llega a 4.02 millones.

¿Una vale un millón más que la otra? ¿Una es casi un millón de pesos peor que la otra?

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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La VW Amarok V6 258cv Comfortline cuesta 3.09 millones de pesos. Pero hay versiones de hasta 4.02 millones. Ver ficha técnica y equipamiento.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

Precuela: usamos la Comfortline para ir al cine. Leer Crítica: Autocine al Río.

Crítica: Ford Kuga Hybrid

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Texto de Carlos Cristófalo
Fotos Orly Cristófalo, Ford Argentina y C.C.

Cuando la primera Ford Kuga llegó a la Argentina, en diciembre de 2009, la moda de las SUVs ya se percibía con claridad, aunque estaba lejos de ser un fenómeno en ventas. Aquella Kuga I se convirtió en uno de los vehículos más deseados por los fanáticos de Ford (leer crítica).

Cuando llegó la Kuga II, en 2014, la cosa ya no fue tan sencilla. La competencia entre las SUVs del Segmento C (compacto) era durísima y ya no resultaba tan fácil destacarse (leer crítica).

Por eso, Ford Argentina decidió dividir su oferta en ese segmento. Entre las marcas generalistas y con mecánicas convencionales, hizo una apuesta arriesgada: trajo la ignota Territory desde China y con valores poco competitivos (ver equipamiento y precios).

Y en junio de 2020 lanzó la Kuga III, que en esta generación se venderá en nuestro mercado sólo con mecánica híbrida. Es la nueva moda en el segmento y todavía no hay tanta competencia: sólo la Toyota Rav4 Hybrid tiene una apuesta similar entre las marcas generalistas (leer crítica).

Manejamos durante una semana la Kuga Hybrid SE 2WD de 48.400 dólares. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

La primera Kuga vino importada de Alemania. La segunda arribó desde España. Y esta Kuga III llega procedente de Estados Unidos. Esto significa que se fabrica con el nombre Escape y se le pegan los emblemas Kuga: Argentina es uno de los pocos mercados que abastece esa planta de Kentucky, sin usar el nombre Escape.

Desde su segunda generación, la Kuga/Escape es un modelo global de Ford. Eso significa que, más allá del nombre, el modelo es básicamente el mismo para todo el mundo. Las principales diferencias se limitan a las combinaciones de mecánicas y equipamientos.

Si la primera generación tuvo un diseño deportivo, que quedó en el recuerdo de muchos, esta Kuga III tiene líneas más suaves, aerodinámicas y elegantes. Es atractiva, sí. Pero también muy discreta. Sobre todo con este nivel de equipamiento SE: viene con llantas de 17 pulgadas (pintadas en negro y con Michelin Primacy 225/65R17) y no tiene barras portaequipaje sobre el techo.

Las ópticas combinan faros halógenos, con luces diurnas de leds e intermitentes naranjas. Ese color revela el origen yanki de esta unidad. Recordemos que, hasta hace tres años, esas luces ámbar estaban prohibidas en la Argentina por una normativa insólita (ver nota).

La nueva Kuga mide 4.584 milímetros de largo (60 más que la Kuga II), 1.882 de ancho (44 más) y 1.678 de altura (24 menos). La distancia entre ejes creció dos centímetros hasta 2.71 metros. Y el despeje del suelo bajó de 200 a 190 milímetros.

Si la nueva Kuga luce más urbana y civilizada que nunca, es a propósito. Ese es el enfoque que Ford decidió darle a este producto, para reservar la estética más agresiva, rústica y aventurera a la nueva línea Bronco (ver nota).

Con respecto a la Rav4, a mí me agrada más el diseño de la Kuga, pero eso va en gustos. En breve llegará una Kuga Hybrid Titanium, más equipada y con tracción integral. Tendrá llantas más grandes, barras para el portaequipaje, techo panorámico, luces 100% de leds y más cantidad de cromados. Eso sí: el precio no bajará de 55 mil dólares.

POR DENTRO

Con el interior pasa lo mismo que con el exterior: es una SUV sólo porque esa silueta está de moda y porque permite acceder a un habitáculo con una posición más elevada. Pero, más allá de eso, todo está diseñado y pensado para ser un vehículo de uso cómodo para todos los días en la ciudad y muy bien preparado para viajes familiares (siempre sobre asfalto, esta Kuga SE es tracción delantera).

La cabina es agradable a la vista, pero acá también se nota demasiado que estamos ante una versión base: los tapizados son de tela, no hay techo corredizo y la calidad de los materiales son promedio, como en un Focus.

El lujo, en este caso, viene por el lado de la tecnología: el tablero es una enorme pantalla digital de 12.3 pulgadas, que incluye mucha información sobre las asistencias a la conducción, la presión de los neumáticos, la velocidad y el nivel de carga de la batería. Sin embargo, le faltan cosas. Por ejemplo, no tiene tacómetro. No hay manera de saber a qué régimen trabaja el motor naftero.

La otra pantalla que domina la plancha de instrumentos es la multimedia: es táctil, tiene 8 pulgadas y cuenta con el sistema Sync3. Viene con Apple CarPlay, Android Auto e incluye una función especial para ver en tiempo real con qué tipo de energía está funcionando el vehículo (electricidad, nafta o ambas).

La posición de manejo es muy cómoda y relajada, pero sólo el conductor tiene ajustes eléctricos en el asiento. El acompañante cuenta con reglajes manuales. El climatizador es de una sola zona y no hay palanca de cambios ni levas al volante: la transmisión se comanda desde la ruedita Rotary Shifter, que Ford copió de Land Rover desde los tiempos en que fue propietaria de la marca inglesa.

En las plazas traseras hay buen espacio: pueden acomodarse tres adultos y las butacas tienen desplazamiento longitudinal. Se pueden adelantar o atrasar (en un tercio o dos tercios) para ganar más espacio para las piernas (o aumentar la capacidad del baúl).

Ahora hay mucho más espacio para el equipaje. El volumen de carga creció de 456 a 518 litros. Pero el baúl tiene un defecto importante: perdió la cortina que se usa para cubrir la zona de carga. Así, el equipaje queda siempre a la vista. Una tentación para los “amigos de lo ajeno”.

Bajo el piso de carga, Ford vuelve a insistir con una mala decisión: tiene rueda de auxilio de uso temporario. Es finita y, cuando está en uso, no se puede viajar a más de 80 km/h.

SEGURIDAD

Este es uno de los puntos más sobresalientes de la nueva Kuga Hybrid. Viene de serie con seis airbags y todos los dispositivos básicos (Isofix, ABS, EBD, ESP, ASR), pero también cuenta con una buena cantidad de asistencias a la conducción (ADAS): frenado autónomo de emergencia, alerta de riesgo de colisión, sistema de mantenimiento de carril, detector de fatiga, alarma de tráfico cruzado y faros adaptativos.

En ese sentido, con un equipamiento tan completo, llama la atención un “olvido”: no tiene sensores de estacionamiento. Ni delanteros ni traseros. Sólo cuenta con cámara de retroceso. Es una configuración más que extraña. Seguramente esos sensores los tendrá la Kuga Titanium (lo mismo que la cortina para el equipaje, ya que hablamos de “seguridad”).

Esta nueva generación de la Escape/Kuga ya fue sometida a las pruebas de choque de EuroNCAP. Consiguió la calificación máxima de cinco estrellas, con 92% de protección para adultos, 86% para niños y 82% para peatones.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Todas las Kuga III en la Argentina (esta SE que probamos y la inminente Titanium) ahora son híbridas. La combinación mecánica es siempre la misma. Tiene un motor 2.5 naftero de Ciclo Atkinson (165 cv a 6.250 rpm y 210 Nm a 4.500 rpm) y un motor eléctrico alimentado por una batería de 1.1 kWh (130 cv y 235 Nm).

Cuando trabajan de manera combinada, entregan una potencia conjunta de 203 cv a 6.250 rpm. El torque total no fue informado.

Tiene caja automática de variador continuo (CVT) y tracción delantera. La Kuga Titanium que llegará más adelante contará con tracción integral.

En otros mercados se ofrecen versiones de esta nueva Kuga con motores híbridos enchufables, pero no llegaron a la Argentina por una cuestión de costos: serían claramente más caras, porque tienen mejores baterías. En Europa también se ofrecen versiones no híbridas: turbonafteras y turbodiesel de entre 120 y 190 cv, pero tampoco hay planes de traerlas a nuestro mercado.

COMPORTAMIENTO

Es un híbrido, así que lo primero que hago siempre es probar cuánto se puede manejar en modo 100% eléctrico, sin que se encienda el motor térmico. Tenés que asegurarte de que las baterías estén a plena carga y -recién entonces- comenzar a manejar pisando el acelerador con la mayor suavidad posible. En la ruedita de la caja de cambios, la Kuga tiene una función L que facilita ese uso totalmente eléctrico (y silencioso): a baja velocidad (30/40 km/h) y sin pegar fuertes aceleradas se pueden hacer tres kilómetros sólo con las baterías.

En la función L trabaja de manera más intensa el sistema regenerador de baterías. Soltar el acelerador equivale a frenar, porque el sistema aprovecha toda la energía cinética para recargar las pilas. Es ideal para ciudad: se puede conducir usando sólo un pedal, como en los Leaf (leer crítica) o I-Pace (leer crítica).

El andar es muy bueno. La Plataforma C2 es la misma del nuevo Focus IV y ese es un producto de Ford que siempre se caracterizó por su excelente comportamiento dinámico (¡cómo extraño al Focus!). Esta Kuga no defrauda en ese sentido: la dirección es bien comunicativa y las suspensiones son firmes, pero sin llegar a resultar incómodas. En eso ayudan mucho los neumáticos: son Michelin Primacy 225/65R17. Tienen un equilibrio perfecto entre confort y comportamiento dinámico.

La Kuga Hybrid Titanium tendrá llantas más grandes y bonitas, pero también cauchos de perfil más bajo. Sin haberla manejado, apuesto a que no será tan confortable como esta SE.

Más allá de jugar con el Modo L, lo que vas a sentir en ciudad es que resulta un auto muy práctico y ágil. Sólo vas a extrañar los sensores a la hora de estacionar. La visibilidad también es buena, pero en un auto de este precio se nota la ausencia de techo corredizo.

En los piques cortos de ciudad, la salida desde abajo es espectacular, con mucho torque instantáneo. Vas a tener que aprender a dosificar la presión que ejercés sobre el pedal del acelerador: mucha suavidad para mantener el modo eléctrico y agarrate fuerte cuando pises un poco más a fondo. A mí me gustó esa variedad de matices del pedal derecho, pero algunos se pueden llegar a asustar.

Lo mismo ocurre cuando accionás la marcha atrás. La reversa es 100% eléctrica y el torque disponible saliendo desde parado es el mismo: muchísimo. Detalle curioso: al conectar la marcha atrás, un parlante ubicado bajo el guardabarros trasero derecho emitirá un zumbido galáctico, para advertir a los peatones sobre esa silenciosa maniobra (escuchar sonido en el video de abajo).

El despeje es mejor que en un sedán, pero se nota que es más baja que la anterior Kuga: en las cunetas más pronunciadas, la trompa puede llegar a fondear.

En ruta es un placer de manejar: lo mejor de esta Kuga es el conjunto mecánico. No se nota que es un híbrido. O mejor dicho: sólo se nota cuando mirás el consumo: gasta una media de 5.2 litros cada 100 kilómetros.

Las prestaciones son muy buenas también. Acelera de 0 a 100 km/h en 8.9 segundos y la velocidad máxima está limitada a 202 km/h. Me gustaría decir a qué régimen trabaja el motor a diferentes velocidades, pero no es posible: ya lo dije, no tiene tacómetro.

Es más grande que la anterior Kuga, pero el comportamiento dinámico me gustó mucho más en esta nueva generación. Frena, dobla, acelera y gasta poco. Además, tiene un perfil de neumáticos que la hacen muy confortable cuando el asfalto no es perfecto.

La llevé un poco afuera del pavimento. No hice off-road pesado, porque es sólo tracción delantera. En tierra y ripio se defiende bien, aunque no es un vehículo pensado para eso.

CONCLUSIÓN

La primera Kuga nació como un Focus 4×4: un vehículo compacto y familiar, que se puede disfrutar todos los días, con la ventaja de asomarse también al mundo off-road. Con el correr de las generaciones, la Kuga se fue volviendo cada vez más urbana. De asfalto.

Esta nueva Kuga Hybrid refuerza más que nunca ese concepto, porque Ford decidió reservar la propuesta off-road para la nueva familia Bronco, que seguramente llegará a la Argentina en 2021 (ver nota).

Por eso, la nueva Kuga ahora tiene un planteo muy diferente: agregó “pilitas” y compite de manera directa contra la Toyota Rav4 Hybrid, que es el híbrido más vendido de la Argentina. En mi opinión, la Kuga tiene un diseño más atractivo. Y un dato objetivo: es claramente más divertida de manejar, con una respuesta notable de la mecánica (en consumos y prestaciones).

Sin embargo, le falta una gama más completa. La Rav4 Hybrid hoy tiene tres versiones, entre 48.400 y 56.200 dólares. Esta Kuga SE cuesta también 48.400 dólares, pero es la versión “base” y se le nota la falta de equipamiento. Eso será cubierto en breve por la nueva Kuga Titanium, que vendrá más completa y además sumará la doble tracción. Su precio no bajará de 55 mil dólares.

Más allá de eso, y como en todos los híbridos que se venden en la Argentina, la gran ventaja de comprar una Kuga Hybrid es impositiva. Si tenés residencia en las ciudades de Buenos Aires, Neuquén y Río Grande no vas a pagar impuesto a las patentes. Y, en toda la provincia de Mendoza, sólo vas a abonar el 50% de matrícula anual. Es una buena cantidad de dinero como para decantar la decisión frente a otras SUVs más accesibles y equipadas, pero que no son híbridas.

¿Y el cuidado del medio ambiente? Sí, claro: eso es mucho-muy-importante. Pero está comprobado que, a la hora de comprar un auto, el primer equilibrio ecológico que protegerán los consumidores será el de su cuenta corriente.

C.C.

***

La nueva Kuga Hybrid se ofrece por ahora sólo en la versión de entrada a gama: SE 2WD, de 48.400 dólares.

En breve se sumará la Kuga Hybrid Titanium AWD, con más equipamiento y doble tracción.

En esta versión SE, las pantallas digitales son lo más sobresaliente de un interior más bien base.

Tapizados de tela, sin techo corredizo y ajustes eléctricos sólo para la butaca del conductor.

Plazas traseras muy cómodas y con desplazamiento longitudinal: más (o menos) espacio para las piernas, como una forma de tener más (o menos) capacidad en el baúl).

El baúl creció en tamaño hasta llegar a 518 litros, pero perdió la cortina que oculta el equipaje.

Bajo el piso de carga, una mala noticia: rueda de auxilio de uso temporario.

El show del tablero. Espectacular y configurable, pero no tiene tacómetro.

El show de Sync3. Tiene Apple CarPlay y Android Auto.

Pero también tiene buenos gráficos sobre el funcionamiento del sistema híbrido en tiempo real.

Bajo el capot, la mecánica híbrida.

El 2.5 atmosférico y el motor eléctrico se llevan muy bien. Muy buenas prestaciones y consumos.

Excelente andar, divertido comportamiento dinámico y buen confort de marcha. Esta medida de Michelin tiene buena parte de la responsabilidad.

Faros halógenos con luces diurnas de leds. La versión Titanium tendrá luces 100% de leds.

Tampoco tiene portón de apertura eléctrica. Esta versión SE es bien básica.

Perdió 10 mm de despeje del suelo y esta versión es tracción delantera.

Acepta caminos de ripio y tierra, pero no sirve para hacer off-road intenso.

El asfalto es lo suyo. Excelente vehículo para la ciudad y viajes ruteros.

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Ford Kuga Hybrid SE 2WD
Origen: Estados Unidos
Precio: 48.400 dólares.
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros. Garantía de 8 años o 160 mil kilómetros para la batería del sistema híbrido.
Comercializa: Ford Argentina (www.ford.com.ar)

MOTOR
Tipo: híbrido (naftero-eléctrico), delantero transversal, cuatro cilindros en línea de Ciclo Atkinson, cuatro válvulas por cilindro, inyección indirecta, motor eléctrico alimentado por batería de iones de litio de 1.1 kWh y sistema de frenos regenerativos
Cilindrada: 2.498 cc
Potencia motor naftero: 165 cv a 6.250 rpm
Potencia motor eléctrico: 130 cv
Torque motor naftero: 210 Nm a 4.500 rpm
Torque motor eléctrico: 235 Nm
Potencia combinada: 203 cv a 6.250 rpm
Torque combinado: no informado

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico.
Caja: automática de variador continuo (CVT), con selector en forma de rueda (Rotary Shifter), con modos de conducción Normal, Eco, Deportivo, Resbaladizo y Nieve/Arena

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra establizadora.
Suspensión trasera: independiente, tipo multibrazo, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra establizadora.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos ventilados.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Neumáticos: Michelin Primacy 225/65R17 (rueda de auxilio de uso temporario)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 202 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8.9 segundos
Consumo urbano: 5.5 l/100km
Consumo extraurbano: 5.0 l/100km
Consumo medio: 5.25 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.584 mm / 1.882 mm / 1.678 mm
Distancia entre ejes: 2.710 mm
Peso en orden de marcha: 1.598 kg
Capacidad de baúl: 518 litros
Capacidad de combustible: 53 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Airbag para las rodillas del conductor
Anclajes Isofix
Frenos ABS con EBD
Asistencia al arranque en pendiente
Control de estabilidad y tracción
Control de rolido y torque en curvas
Presión de neumáticos en tiempo real
Control de crucero
Freno de estacionamiento eléctrico
Sistema de descongelamiento de parabrisas
Alerta de riesgo de colisión
Frenado autónomo de emergencia con detección de peatones
Luces adaptativas
Sistema de mantenimiento de carril
Detector de fatiga
Apertura de puertas por código
Apertura de puertas sin llave y arranque por botón
Tablero de instrumentos digital de 12.3 pulgadas
Pantalla multimedia de ocho pulgadas con Sync3
Android Auto y Apple CarPlay
Asiento del conductor con ajustes eléctricos (acompañante, manual)
Asientos delanteros calefaccionados
Climatizador automático de una zona
Tapizado en tela
Llantas de aleación de 17”

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En el garage de Autoblog: Renault Sandero R.S. (2020)

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¿Cómo se define a un auto deportivo? No existe una fórmula internacional consensuada, pero al menos hay cierto acuerdo con respecto a algunas premisas básicas: es un auto que prioriza la potencia, la velocidad, la aceleración y el comportamiento dinámico por encima del confort, la practicidad o cualquier otro enfoque más racional de un vehículo.

Por ejemplo, días atrás VW dejó de vender en la Argentina el Pepper Up! 1.0 TSi (leer obituario). Sería un mal chiste considerarlo un deportivo que “te arranca las manos del volante” y a nadie en su sano juicio se le ocurriría compararlo con un Porsche. Sin embargo, su principal valor diferencial con respecto al Up! convencional estaba en el plus de potencia y torque que otorgaba su motor turbo. En ese sentido, no era un error considerar que el Pepper era “la versión deportiva del Up!”

Con esa fórmula en mente, la definición de “auto deportivo” se flexibiliza bastante y permite elaborar la lista que se publica a continuación. ¿Cuáles son los autos con un planteo sport más baratos en la Argentina? ¿Cuáles son los más accesibles entre los modelos que ofrecen ese plus de potencia, torque y prestaciones?

1. Renault Sandero R.S. (145 cv): 1.305.500 pesos
2. Fiat 500 Abarth 595 Turismo (165 cv): 1.607.400 pesos
3. Volkswagen Polo GTS (150 cv): 1.930.300 pesos

En marzo pasado, Renault renovó el Sandero R.S. en la Argentina. Tiene varios cambios con respecto al modelo que se comercializó desde mayo de 2016 (leer crítica). Sin embargo, mantiene su esencia intacta: un motor y un chasis que lo diferencian con claridad de los otros Sandero.

Todo este preámbulo fue para que no haya dudas: el Sandero R.S. puede recibir, en buena ley, la definición más flexible de “auto deportivo”. Ahora, ¿qué tan deportivo es el Sandero R.S. 2020?

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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El Renault Sandero R.S. cuesta 1.3 millones de pesos, pero hay versiones del Sandero desde un millón de pesos (ver equipamiento y ficha técnica).

La crítica completa se publicará la semana que viene.

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En el garage de Autoblog: Fiat Strada Volcano

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FCA presentó el miércoles pasado en la Argentina la nueva generación de la Fiat Strada. La pick-up para el Segmento B (chico) se renovó por completo -después de 21 años sin mayores cambios- y ya tenemos en el garage de Autoblog a la versión tope de gama.

Jerónimo Chemes, nuestro especialista en vehículos comerciales, probará durante una semana la 1.3 Volcano de 1.391.800 pesos (ver ficha técnica y todos los precios).

Pero antes, resulta interesante analizar la curiosa estrategia de pick-ups de FCA Argentina.

Hoy Fiat Chrysler Automobiles tiene una de las gamas más variadas de camionetas del mercado local con las Strada, Toro, Ram 1500 y Ram 2500. Para los próximos meses está previsto el arribo de las nuevas Ram 1500 MildHybrid Jeep Gladiator. Y la empresa ya admitió que está trabajando para traer la brutal Ram TRX 1500, que se develó el lunes pasado (ver nota).

Es decir que, en apenas tres días, FCA mostró un variado abanico de pick-ups que oscilan entre 85 y 702 caballos de potencia. Sin embargo, cuanto más grande es su oferta de chatas, más notorio resulta el bache que hay en el corazón de la gama: FCA sigue sin ofrecer una pick-up mediana.

Cada vez que en Autoblog le preguntamos a la marca sobre ese hueco en su oferta, la respuesta es más bien dilatoria: “Estamos trabajando, sabemos que nos falta presencia, hay proyectos en marcha”. Esto lo dicen desde los ejecutivos locales (leer entrevista) hasta el CEO global, Mike Manley (leer entrevista).

Es una estrategia curiosa, pero también bastante astuta. La ecuación, al menos en el mercado argentino, resulta implacable: los números fríos indican que, cuantas más marcas se suman al segmento de las pick-ups medianas (a fin de año se agregará la Renault Alaskan y en 2021 llegará la Peugeot Landtrek), más se consolida el liderazgo de la Toyota Hilux.

En FCA lo saben y seguramente se hicieron este planteo: ¿para qué competir en un segmento cada vez más atomizado, cuando se puede dominar con comodidad sobre el resto de los nichos del mercado, donde hay muchos menos rivales?

La Strada es líder absoluta entre las pick-ups chicas (donde hoy sólo compiten VW y Chevrolet, con las veteranas Saveiro y Montana). La Toro ya duplica en ventas a la Renault Duster Oroch (mientras VW congeló el Proyecto Tarok y a Ford aún le falta mucho para el Proyecto Maverick). La Ram, por su parte, sigue como reina absoluta en el segmento de las full-size (por los cupos limitados con los que ingresan las Ford F-150).

En síntesis: se trata de la curiosa estrategia de crecer en ventas, sin confrontar de manera directa con Toyota. Y, si alguna vez FCA se decide a desembarcar por fin en el segmento mediano, hasta la best-seller Hilux tendrá un motivo real para preocuparse: ese día, FCA -y no Toyota- se habrá convertido en el mayor especialista en pick-ups del mercado argentino.

La crítica completa de la Strada Volcano se publicará la semana que viene.

C.C.

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La Fiat Strada Volcano cuesta 1.391.80 pesos. Pero hay versiones desde 1.028.300 pesos. Ver equipamiento y ficha técnica.

La crítica completa de Jerónimo Chemes se publicará la semana que viene.

La Fiat Strada se lanzó a la venta el miércoles pasado. Descargar ficha técnica, catálogo, comunicado, fotos y video.

Crítica: VW Amarok V6 258cv Comfortline 4Motion

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Texto y fotos de Carlos Cristófalo

Esta historia ya la contamos, pero el público se renueva. El pasado 16 de marzo, VW Argentina había reservado el Autódromo de Buenos Aires para realizar un evento multitudinario con su lanzamiento más importante del año: la nueva Amarok V6 258cv fabricada en Pacheco. Y ya no tengo que explicarte qué ocurrió: Covid-19, cuarentena, cancelación masiva de actividades y “nueva normalidad”.

Todo eso se contó cuando probamos la versión tope de gama de la nueva Amarok: la V6 258cv Black Style (leer crítica). Es la pick-up mediana más potente del mercado argentino, pero también la más cara. La “Estilo Negro” hoy tiene un precio de 4.028.444 pesos.

Lo bueno es que esa mejora mecánica también la recibieron todas las otras versiones de la Amarok V6 (2020) que se venden en la Argentina. Y, para demostrarlo, VW nos ofreció probar también la variante más accesible: la V6 258cv Comfortline, de 3.094.088 pesos.

¿La Black Style es un millón de pesos mejor que la Comfortline? ¿La Comfort es un palo peor que la Black? La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Sí, es muy diferente a la Black Style. Mientras que la Estilo Negro parece una chata de carreras, la Comfortline tiene toda la estética de una pick-up de trabajo: faros halógenos (en vez de bixenón), protectores de guardabarros en plástico negro sin pintar (aunque esto es algo exclusivo de este color de carrocería en Honey Orange), paragolpes trasero negro (bueno, en la Black todo es negro) y barra sobre caja pensada para atar cargas (en lugar de esa especie de alerón que tienen las Black y Extreme).

Lo más importante: los neumáticos son muy diferentes. Mientras la Black Style calza unas brutales Bridgestone Dueler 255/50R20, la Comfortline tiene unas mucho más racionales Michelin LTX Force 245/65R17. No son neumáticos 100% para off-road, pero tienen un dibujo para uso mixto que las hace muy confortables y silenciosas en ruta, a la vez que se empastan mucho menos cuando se circula sobre barro.

Esto ya es subjetivo: en mi opinión, me parece mucho más atractiva la estética racional de la Comfortline que el extrovertido aspecto pistero de la Black Style. Tal vez sea porque, en una pick-up, siempre me va a gustar más una propuesta off-road que una de asfalto. También me agrada que la Comfortline sea más discreta: tiene esa encantadora filosofía de “lobo con piel de cordero”, porque bajo el capot tiene el mismo y maravilloso V6 de la Black.

Si la Comfortline es la versión más orientada al trabajo, hay que mencionar una gran contradicción: no tiene revestimiento en la caja de carga, algo que sí traen las Highline, Extreme y Black Style.

Entonces, hablando del exterior, ¿la Comfortline es un millón de pesos peor que la Black Style? No. De hecho, me gusta más en términos estéticos. Eso sí: el revestimiento de la caja ya lo deberían traer de serie todas las pick-ups del mercado.

POR DENTRO

Kemisu. Así se llama la tela de los tapizados de esta versión Comfortline. Muy lejos del cuero Vienna (Highline) y Nappa (Extreme y Black Style) que tienen las Amarok V6 más caras. Pero eso no es grave. Es la versión base: es lógico que tenga tela. Lo que sí lamento muchísimo es que esta variante no tenga las maravillosas butacas delanteras ErgoComfort. Con extensor en la base para quienes tenemos piernas largas, son los mejores asientos que equipa una pick-up mediana en la Argentina (incluyendo a las interesantes, aunque no tan buenas butacas deportivas de la Ford Ranger Raptor).

¿Nunca probaste las ErgoComfort? Aunque no tengas la plata ni la intención de comprar una Amarok full-full, acercate a un concesionario y sentate un ratito. Son un viaje de ida, porque además incluyen calefacción y ajustes eléctricos. Y combinan a la perfección con la excelente posición de manejo que siempre tuvo la Amarok.

Frente a la Black Style, el resto del equipamiento que pierde esta Comfortline es numeroso, pero todo es aceptable. No tiene: espejos de plegado eléctrico, climatizador bizona (viene con aire acondicionado común) ni pantalla multimedia Discover Media (trae la más sencilla Composition Media, que igual viene con Apple CarPlay y Android Auto).

¿Todos esos ítems convierten a la Black Style en una chata un palo mejor? No, desde ya. Aunque creo que VW debería ofrecer como opcional las butacas ErgoComfort hasta en el Gol Trend.

SEGURIDAD

No hay diferencias. Y esa es una gran noticia. Es cierto que este es uno de los puntos donde se nota la concepción anticuada de esta primera generación de la Amarok, que ya tiene una década en el mercado, pero también es bueno destacar que todas vienen de serie con el mismo equipamiento de seguridad.

Debido a que su concepción es la más antigua entre las pick-ups medianas, la actual arquitectura de la Amarok no permite incorporar algunos dispositivos de seguridad que en 2010 eran impensados, pero que hoy resultan básicos (sobre todo en un vehículo de casi cuatro millones de pesos).

Por ejemplo, sigue sin ofrecer airbags de cortina. Tampoco para las rodillas del conductor. Sólo tiene doble bolsa de aire frontal y doble lateral. También faltan ayudas para la conducción. No hay frenado autónomo de emergencia ni alerta de cambio de carril. Nada de alerta de punto ciego, control de crucero adaptativo o alarma de riesgo de colisión.

Los únicos rasgos distintivos de la Amarok en este aspecto son el sistema de frenos ABS con función Off-Road (permite cierto tipo de bloqueo, para no estirar tanto las frenadas en terreno deslizante) y el frenado automático post-colisión (luego de un choque, los frenos se activan solos, para evitar que el vehículo siga avanzando sin control).

La única vez que un organismo independiente de seguridad sometió a una Amarok a un crash test fue en 2010, cuando se lanzó a la venta en Europa. La gente de EuroNCAP le otorgó cuatro estrellas de seguridad, pero con un protocolo cuya exigencia ya fue incluso superada por el local LatinNCAP. Este organismo regional probó el año pasado -a modo de despedida- a los veteranos VW Suran y Fox. Sería interesante que hiciera lo mismo con la Amarok.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Tampoco hay diferencias. Pero es bueno recordar el trabajo que hizo VW sobre esta Amarok V6 258cv.

La base mecánica es la misma de la Amarok V6 lanzada en junio de 2017 (leer crítica). Es el conocido block V6 3.0 turbodiesel, que desde hace tiempo utilizan otros modelos de Volkswagen y Audi, como las Touareg y Q7. En esta evolución de la puesta a punto para la Amarok, se reprogramó la electrónica y se agregó una segunda bomba de agua, para mejorar el flujo de la refrigeración.

De esta manera, la potencia aumentó de 224 a 258 cv. Este valor máximo antes se obtenía entre 3.000 y 4.000 rpm. Ahora se consigue entre 3.250 y 4.500 rpm. Además, con la función Overboost activada, el pico extra de potencia temporaria trepó de 245 a 272 cv.

El Overboost no funciona en cualquier momento. Tienen que cumplirse ciertas condiciones. Se activa cuando el recorrido del pedal del acelerador llega al 70%. Y entrega la potencia máxima de 272 cv cuando se alcanza el 95%. Sin embargo, no está disponible a cualquier velocidad. Opera durante 10 segundos, mientras el vehículo se encuentre entre 50 y 120 km/h. Pero se desactiva antes de ese tiempo, si la pick-up llega a superar los 140 km/h. Está programado para hacer sobrepasos en ruta con mayor seguridad: no para fomentar velocidades ilegales.

Y no olvidemos el torque. Antes, el par máximo era de 550 Nm (entre 1.250 y 2.750 rpm). Ahora pasó a 580 Nm (entre 1.450 y 3.200 rpm).

La caja automática sigue siendo la conocida ZF de ocho velocidades, con convertidor de par. Pero también recibió un nuevo software de gestión, para adaptarse a la mayor exigencia mecánica. Las Highline, Extreme y Black Style tienen levas del cambio en el volante. La Comfortline, no.

Estas mejoras se aplican para todas las V6: Comfortline, Highline, Extreme y Black Style. Ya no quedaron en producción versiones V6 con 224cv.

Cada vez que informamos esto, entre los lectores de Autoblog surge la misma pregunta por parte de propietarios de la “vieja” V6: “¿Se sabe si VW ofrecerá la reprogramación de potencia para los que ya tenemos la Amarok con 224cv?” No, no lo ofrecerá. El negocio de las automotrices es que les compres el nuevo producto, no mejorarte el que ya les compraste. Hay empresas independientes que ofrecen el “chipeado” para obtener hasta 300 caballos de este motor, pero no agregan la segunda bomba de agua. Y recordá esto: al ser una modificación de aftermarket, vas a perder la garantía oficial de VW.

La tracción se mantiene sin cambios: conserva el sistema 4Motion de tracción permanente en las cuatro ruedas, administrado por un diferencial central Torsen. Para el manejo off-road, tiene bloqueo electrónico de diferencial trasero, pero sigue con un defecto importante: no tiene caja reductora.

Se sabe que VW Argentina llegó a desarrollar y ensayar una Amarok V6 con caja manual de seis velocidades y reductora, pero la producción y comercialización nunca recibió la “luz verde” en Pacheco. El motivo: desde el área Comercial aseguran que “en el mercado no hay demanda” para una V6 Manual con baja. No coincidimos. La competencia de VW tampoco coincide. Todas las rivales de la Amarok tienen reductora.

Esta versión Comfortline sería ideal para combinarla con caja manual con reductora (y de paso lograr un precio un poco más accesible). Es una excelente oportunidad que está siendo desaprovechada.

COMPORTAMIENTO

Mismo chasis, mismo motor y misma transmisión. Acá toda la diferencia la hacen los neumáticos. Primero, una obviedad: en nuestras calles y caminos detonados, las Michelin LTX Force 245/65R17 son mucho más confortables y corren menos riesgos de roturas (por su talón más alto) que las preciosas aunque más expuestas Bridgestone Dueler 255/50R20 de la Black Style.

Segunda obviedad: fuera del asfalto, sobre todo cuando aparece el barro, las Michelin evacúan mejor la mugre, no se empastan con el lodo y conservan el dibujo a la vista mucho más tiempo que las Bridgestone. Además, la medida 245/65R17 ofrece un abanico mucho más amplio de posibilidades para quienes busquen neumáticos más enfocados al off-road.

Aprovecho este punto para recordar la campaña que Jacinto Campos, crítico rural de Autoblog, viene impulsando hace tiempo: ¿cuándo llegará el día en que alguna automotriz permita la libertad de elección de neumáticos a los clientes? ¿Por qué alguien que vive en el campo tiene que comprar una pick-up con neumáticos de asfalto, tirarlos a la basura (o malvenderlos) y gastar una pequeña fortuna en un buen calzado off-road? J.C. lo explica mejor acá.

¿Y en ruta? Era el lugar donde esperaba que esas enormes patas 20” de la Black Style hicieran la diferencia. Pero no, las prestaciones son prácticamente idénticas a la Comfortline, que apenas tarda una décima más en alcanzar los 100 km/h: marca unos brillantes 7.7 segundos. La velocidad máxima también está limitada a 210 km/h. Los consumos son casi iguales, con una media de 11.9 litros cada 100 kilómetros.

En la conducción deportiva, es cierto que la Black Style transmite mucha más información al conductor y el nivel de adherencia sobre asfalto seco es altísimo. Pero ni por asomo se me ocurriría decir que la Comfortline es menos estable, segura o divertida de manejar que la Black Style. Todo lo contrario: tiene ese claro plus de tracción en el manejo off-road.

¿Entonces la Black Style y sus ruedotas son sólo una apuesta estética? Me atrevería a decir que no. En un autódromo, es posible que las Bridgestone ayuden a girar bastante más rápido que las Michelin. ¿Pero acáso alguien llevaría una pick-up a un autódromo? Conozco a alguien que sí: se llama Paul “Coloflow” Szebesta y el desafío queda pendiente para cuando se reabra la pista del Ranking Autoblog.

¿La Black Style tiene un comportamiento dinámico que cuesta un millón de pesos más que la Comfortline? No, pero es posible que la Black Style tenga más sentido por el enfoque que VW decidió darle a esta pick-up.

Por más overfenders negros, tapizados en tela y neumáticos mixtos que tenga la Comfortline, es difícil pensarla como una pick-up para trabajo en el campo o sobre caminos en mal estado. No tiene reductora y la electrónica nunca se desconecta por completo en el manejo off-road: siempre está latente, interviniendo cuando las ruedas patinan o cuando la chata quiere derrapar. Una pick-up con doble tracción, pero sin reductora y con electrónica invasiva no puede ser nunca una chata de trabajo para moverse con seguridad fuera del asfalto.

Insisto: la Amarok V6 Comfortline 4×4 Manual “con baja” es una oportunidad que VW no puede seguir desaprovechando.

CONCLUSIÓN

Esta versión Comfortline es la Amarok V6 258cv que me compraría. Me gusta su estética rústica, tiene unas excelentes Michelin para uso mixto y -bajo el capot- lleva el mejor motor del segmento de las pick-ups medianas. Estamos hablando de una chata de laburo que acelera de 0 a 100 km/h en 7.7 segundos y alcanza los 210 km/h de velocidad máxima. Son valores que rivalizan incluso con la famosa Ford F-150 Raptor (leer crítica).

Con respecto a las versiones más equipadas, sin dudas en esta Comfortline se extrañan las notables butacas ErgoComfort y los faros bi-xenón, que vienen de serie en todas las otras V6 258cv: Highline, Extreme y Black Style (leer crítica). El resto está muy bien así: estás comprando un motorazo, que viene de regalo con uno de los mejores chasis del mercado (por confort, capacidad de aguante y comportamiento dinámico).

Por ese motivo, resulta incomprensible que VW aún se resista a ofrecer una versión con caja manual y reductora (esta automática ZF no se puede combinar con “baja”). Sería el complemento perfecto para un conjunto mecánico intachable y la convertiría en una de las pick-ups más completas del mercado argentino.

Pero bueno, en la industria automotriz la perfección no existe (y, el día que exista, me voy a tener que poner un puesto de choripanes en la Costanera). Por ese motivo, esta imperfecta Comfortline es la más recomendable de las nuevas Amarok V6 258cv.

C.C.

***

La Comfortline es la versión más accesible de la VW Amarok con el motor V6 258cv.

En agosto de 2020, “accesible” es 3.094.088 pesos.

Es un millón de pesos más barata que la Amarok V6 258cv Black Style. Leer crítica.

Pero volvamos a la Comfortline. Tapizados en tela y volante sin levas del cambio.

Las butacas no están mal, pero se extrañan las excelentes ErgoComfort.

Atrás caben tres adultos. Y ojo con apoyar los pies sobre el posavasos.

El display central del tablero es en blanco y negro. En las Highline, Extreme y Black Style, en color.

Pantalla táctil Composition Media, en lugar de la Discover Media.

Lo bueno es que, bajo el capot, tiene el mismo V6 de 258cv.

Para aumentar la potencia y el torque recibió una nueva programación electrónica y una segunda bomba de agua.

Nada de alerón. Sobre la caja, una barra pensada para atar cargas.

Nada de neumáticos pisteros. Overfenders negros (exclusivos de este color de carrocería Honey Orange) y Michelin de uso mixto.

Tienen un respetable dibujo para el manejo off-road. ¿Los faros? Halógenos.

Muy confortable y estable, en todo tipo de caminos.

Si tuviera una opción de caja manual con reductora, sería perfecta.

Perfecta: como esta tardecita de invierno.

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Volkswagen Amarok V6 258cv Comfortline AT8 4Motion
Origen: Argentina.
Precio: 3.094.088 pesos (versiones entre 140 y 258cv, entre 1.949.184 y 4.028.444 pesos).
Garantía: seis años o 150 mil kilómetros (y los tres primeros servicios de mantenimiento bonificados).
Comercializa: Volkswagen Argentina (www.volkswagen.com.ar)

MOTOR
Tipo: delantero longitudinal, diesel, V6, cuatro válvulas por cilindro, inyección directa por common-rail, turbocompresor de geometría variable, intercooler.
Cilindrada: 2.967 cc
Potencia: 258 cv entre 3.250 y 4.500 rpm (272 cv con función Overboost)
Torque: 580 Nm entre 1.450 y 3.200 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción integral 4Motion, con bloqueo de diferencial trasero.
Caja: automática con convertidor de par, de ocho velocidades y modo secuencial.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: eje rígido, con elásticos de tres hojas y amortiguadores hidráulicos.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos ventilados.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Neumáticos: Michelin LTX Force 245/65R17 (rueda de auxilio del mismo tamaño y llanta)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 210 km/h (limitada electrónicamente)
Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,7 segundos.
Consumo urbano: 14,3 l/100km
Consumo extraurbano: 9,5 l/100km
Consumo medio: 11,9 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 5.254 mm / 1.954 mm / 1.834 mm
Distancia entre ejes: 3.097 mm
Capacidad de vadeo: 500 mm
Despeje del suelo: 226 mm
Peso en orden de marcha: 2.375 kg
Capacidad de carga: 867 kilos
Capacidad de combustible: 80 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Cinco apoyacabezas
Cinco cinturones de seguridad de tres puntos inerciales
Anclajes Isofix para sillas infantiles
Control de presión de neumáticos
Frenos ABS con función Off-Road
Control de estabilidad y tracción
Luces antiniebla delanteras y traseras
Luces diurnas de leds
Alarma volumétrica con inmovilizador de motor
Volante multifunción deportivo en cuero
Espejos retrovisores externos con ajuste eléctrico
Tapizado en tela
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Pantalla multimedia con Apple CarPlay y Android Auto

En el garage de Autoblog: Ford Ranger 2.2 Cabina Simple 4×4

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Días atrás publicamos en Autoblog un informe del periodista Pablo Rossi, donde explicó los alcances de la LiNTI: la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional. Es el permiso que exige el Gobierno a todos los conductores que manejen vehículos de carga.

Sin embargo, como quedó demostrado en ese texto, la norma se aplica en la calle de manera arbitraria. La LiNTI es una de las causantes de que las pick-ups con Cabina Simple hoy estén en peligro de extinción en la Argentina.

Volkswagen dejó de vender este año la Amarok CS fabricada en Pacheco. Nissan y Renault no tiene planes de ofrecer versiones CS de las Frontier y Alaskan producidas en Córdoba.

En la Argentina, hoy sólo se ofrecen tres modelos de pick-ups con cabina simple: Chevrolet S10 CS (200 cv, desde 1.84 millones de pesos), Ford Ranger CS (desde 160 cv y desde 1.71 millones) y Toyota Hilux CS (150 cv, desde 1.70 millones).

El caso de Ford incluye una verdadera rareza: ofrece la única pick-up mediana Cabina Simple y con motor naftero del mercado argentino.

¿Pero para qué sirve una pick-up Cabina Simple? ¿Acaso una Cabina Doble no puede hacer el mismo trabajo y con una mayor versatilidad a la hora de transportar pasajeros?

No. Definitivamente, no.

El encargado de explicarlo será Jerónimo Chemes, que en los últimos meses le metió varios kilómetros a la unidad que ves acá: una Ranger 2.2 XL Cabina Simple 4×4, de dos millones de pesos.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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La Ford Ranger 2.2 XL Cabina Simple 4×4 cuesta dos millones de pesos, pero hay versiones Cabina Simple 2.5 nafteras desde 1.71 millones.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

Qué es la LiNTI y por qué está exitinguiendo al mercado de pick-ups Cabina Simple. Leer nota.

En el garage de Autoblog: Chevrolet Tracker

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General Motors Argentina lanzó a la venta el mes pasado la nueva Tracker (2021). Se trata de la flamante generación de la SUV de Chevrolet para el Segmento B (chico). Con respecto a la generación anterior de la Tracker (leer crítica), cambió por completo.

Estrena una nueva Plataforma GEM (para los llamados “mercados emergentes”) y es el primer modelo de Chevrolet que ofrece en nuestro país el flamante motor de tres cilindros 1.2 turbonaftero (132 cv y 190 Nm).

En este momento se encuentra en el garage de Autoblog una versión Premier Automática, con un precio de lista de 1.93 millones de pesos. Cuando se lanzó a la venta, el 14 de julio, costaba 1.81 millones. Y es probable que vuelva a aumentar la semana que viene, cuando comience el mes de septiembre.

¿O tal vez no?

Todo dependerá de la entrada en vigencia de los nuevos impuestos internos, que impactarán sobre los autos con precios de venta al público por encima de los dos millones de pesos (leer nota).

Desde que se lanzó a la venta la nueva Tracker, varios lectores vienen reportando a info@autoblog.com.ar que en muchos concesionarios están pidiendo sobreprecios. Y es probable que eso ocurra de ahora en más con todos los modelos que queden al límite de comenzar a tributar ese gravamen: habrá marcas que congelen los valores de las listas por debajo de la base imponible del impuesto. Y mirarán para otro lado cuando los concesionarios cobren importantes sobreprecios, por fuera de los “valores de lista”. No es nuevo. Ya ocurrió en 2014 (cómo denunciar sobreprecios).

Iba a dedicar esta primera nota sobre la prueba de manejo de la nueva Tracker para hablar de algunas características del producto. Es interesante y trae muchísimas novedades. Pero acabo de ver que -en los párrafos de acá arriba- lo único que hice fue describir un panorama de inflación, impuestos, sobreprecios y maltrato a consumidores. A veces, las crisis, vericuetos y conflictos recurrentes de la Argentina hasta te sacan las ganas de hablar de autos.

Paciencia: la crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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Mientras dure agosto, la Chevrolet Tracker Premier Automática tiene un precio de lista de 1.93 millones de pesos. Pero hay versiones con precios de lista desde 1.45 millones (ver equipamiento y ficha técnica).

La crítica completa se publicará la semana que viene.

Crítica: Renault Sandero R.S. (2020)

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Texto de Carlos Cristófalo
Fotos de Orly Cristófalo (@OrlyCristofalo)

Renault lanzó en mayo de 2016 el primer Sandero R.S. En la marca del Rombo lo recuerdan como un verdadero hito porque, por primera vez, la división deportiva RenaultSport le puso su firma y aprobación a un auto fabricado fuera de Francia: este R.S. se produce en Brasil. Y ahora, en marzo de este año, Renault presentó el restyling de este modelo.

El rediseño se hizo para acompañar los cambios -más profundos, notorios y mecánicos- que recibió a fines del año pasado el resto de la gama Sandero, Logan y Stepway (leer crítica). Si bien el R.S. tuvo menos novedades, Renault Argentina nos ofreció pasar una semana entera con esta versión deportiva. Fue una buena manera de complementar el contacto que hace un año tuvo en el Autódromo de Balcarce nuestro colaborador Renato Tarditti (leer nota).

El nuevo Sandero R.S. (2020) tiene un precio de 1.305.500 pesos y la crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Los cambios que presenta este restyling son bien concretos y puntuales. Estrena nuevo diseño en sus llantas de 17 pulgadas (calzadas con unas hermosas Michelin Pilot Sport 205/45 R17), tiene un nuevo aplique negro brillante en el paragolpes delantero, las pinzas de frenos están pintadas en rojo (antes era algo exclusivo de la versión Racing Spirit), cuenta con un alerón sobre el techo en negro brillante, viene con un nuevo sticker lateral “RenaultSport” (con banderita francesa) y estrena nuevas ópticas traseras de leds.

El resto sigue igual: mantiene la conocida cáscara del Sandero -un diseño cuyo origen se remonta al aliado rumano Dacia– y no oculta sus intenciones: es un auto discreto, apto para uso urbano, que se puede disfrutar en familia y que sólo algunos más atentos distinguirán con rapidez entre el resto de los Sandero comunes.

La doble salida de escape, con un sonido más ronco, termina por definir su personalidad. ¿Es lindo? No, el Sandero nunca dio cátedra en materia de diseño. ¿Es llamativo? Tampoco, porque sólo los más fierreros notarán la diferencia. ¿Cumple con la promesa de presentarse como un deportivo accesible? Sí, por supuesto que sí.

Con el correr de los días, su estética low-cost-racing incluso me resultó simpática. Es el deportivo más barato de la Argentina y no lo oculta. Es un segmento donde cada vez hay menos rivales: este mes se dejaron de vender al mismo tiempo los VW Pepper Up! (leer obituario) y Peugeot 208 GT (leer obituario). Y los pocos competidores que quedan cuestan mucho más que este Sandero: los Fiat 500 Abarth 595 Turismo (165 cv, leer crítica) y el flamante VW Polo GTS (150 cv, ver nota de lanzamiento) tienen precios de lista entre 1.70 millones y 1.93 millones de pesos.

POR DENTRO

En el habitáculo, con respecto al anterior Sandero R.S., cambió lo siguiente: el techo ahora tiene un revestimiento negro, las butacas vienen con una franja roja (antes, sólo en la versión Racing Spirit) y hay un revestimiento de material blando en el interior de las puertas delanteras (“símil fibra de carbono”).

Lo que no cambió es la posición de manejo. En mi opinión, sigue siendo uno de los puntos más flojos de este auto. En este aspecto, no es para nada deportivo: es un Sandero. Tiene butacas más lindas, pedales en aluminio y volante en cuero, pero conserva la ergonomía de un auto urbano y sencillo: posición de manejo elevada, volante sin ajuste en profundidad y pedalera alta. Pero bueno: entiendo que la idea era armar un deportivo sobre la base de un Sandero, sin tener que rediseñar el Sandero por completo (lo cual hubiera resultado mucho más costoso).

La ventaja de seguir siendo un Sandero es que el habitáculo es bien amplio: atrás se pueden acomodar tres adultos. La calidad de los materiales es apenitas mejor que en los no-RS y tiene lo justo y necesario: pantalla multimedia con Apple CarPlay y Android Auto, cámara de retroceso y un buen baúl de 320 litros.

Bajo el piso del baúl, una mala noticia: rueda de auxilio de uso temporario. Siempre es una contra, pero lo es más aún en un vehículo de este tipo: se sabe de entrada que será usado mucho en ruta y viajes largos. Se sabe también que las ruedas de perfil más bajo tienen una mayor tendencia a pincharse en nuestros pavimentos horribles. Cuidá muy bien las Michelin y recordá esto: si tenés que usar el auxilio finito, no vas a poder circular a más de 80 km/h.

SEGURIDAD

El anterior Sandero RS tenía sólo doble airbag frontal. Ahora agregó dos bolsas de aires laterales en las plazas delanteras. También sumó anclajes Isofix para sillas infantiles y apoyacabezas en todas las plazas (antes no tenía en el asiento central trasero).

Ahora todos los Sandero, Logan y Stepway automáticos tienen ESP (el resto sigue sin, mal ahí), pero el RS trajo desde siempre control de estabilidad y tracción. Además, conserva unos frenos excelentes: son generosos discos en las cuatro ruedas (280 mm adelante y 240 mm atrás), que se complementan con sistema ABS y distribución electrónica de frenado (EBD).

No hay resultados de pruebas de choque independientes para el Sandero R.S. LatinNCAP probó el Sandero en diciembre de 2019 y obtuvo una calificación de tres estrellas en protección de adultos y cinco para niños. Ese puntaje se obtuvo después de que Renault aceptara aumentar el tamaño de los airbags que se equipan en el Mercosur (leer nota).

MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá tampoco hay novedades. Sigue con el noble, veterano y conocido motor 2.0 16v (denominado F4R), que ya usaron varios modelos de la marca (comenzando por los primeros Mégane y Scenic).

Acá es donde los ingenieros de RenaultSport se esmeraron para sacarle 145 cv de potencia y 202 Nm de torque (nada mal, para un impulsor atmosférico). Se logró gracias a modificaciones en la admisión de aire, una mayor presión en la inyección de combustible y un nuevo sistema de escape.

Hay que decir que, para un auto del tamaño del Sandero, un motor “grande” de dos litros parece una antigüedad, pero también es parte de su encanto: es una mecánica simple y confiable.

La caja es manual, de seis velocidades y tiene la particularidad de contar con relaciones muy cortas. Lo vas a disfrutar en caminos revirados y tal vez lo padezcas un poco en largos cruceros sobre autopistas: a 120 km/h en sexta, el motor trabaja a 3.100 rpm. La tracción es delantera, con control electrónico y tres modos de seteo.

COMPORTAMIENTO

Si alguna vez manejaste un Sandero o un Logan (leer crítica), lo primero que vas a notar es el sonido del motor: mucho más ronco y con algunas leves detonaciones, sobre todo cuando lo acelerás en las mañanas frías.

Lo segundo que vas a percibir es la suspensión: este R.S. es claramente más duro que sus hermanos de plataforma. Lo vas a sentir de manera particular en las calles con empedrado o con pavimento detonado. Ojo: no es duro como una piedra ni atormenta tus riñones, como sí ocurre con el Abarth 595 Turismo (leer crítica). Pero es claramente más firme que un Sandero normal y, sobre todo, tiene un menor despeje del suelo (es 40 milímetros más bajo). Además, calza neumáticos con un perfil menor: vas a tener que esquivar bien los baches para cuidar esas hermosas Michelin.

Lo bueno es que el motor no es sólo sonido. También es potencia y torque en baja. En ciudad, es un placer moverse en el tránsito. Es muy ágil, la caja es veloz y hasta podés darte el lujo de doblar las esquinas en tercera marcha, sin corcoveos ni carraspeos del motor. Este auto pesa 1.190 kilos y ya desde los primeros metros demuestra que el 2.0 lo mueve con gran facilidad.

¿Qué es lo que no me gustó? La posición de manejo: definitivamente no es la de un auto deportivo. Nunca llegué a encontrarme cómodo: es demasiado elevada, la pedalera es extraña y todo eso se completa con una palanca de cambios con recorridos demasiado largos. El funcionamiento de la transmisión es excelente (con relaciones bien cortas), mi crítica es sólo para la selectora y su largo recorrido. El andar duro no es un punto en contra: no llega a ser incómodo y los autos deportivos son así (inserte meme de Grupo de Riesgo: “Si te gustan los duraznos, bancate la pelusa”).

Por supuesto que, si te comprás un Sandero R.S., siempre vas a estar buscando una excusa para salir a la ruta. Ahí es donde brilla el conjunto de chasis y mecánica. La estabilidad es brillante. Los frenos están sobredimensionados. Y el motor empuja de lo lindo: acelera de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos y alcanza los 201 km/h.

La dirección es precisa, pero -a mi gusto- debería ser un poco más pesada y directa. Tiene dirección con asistencia eléctro-hidráulica variable, que trabaja inversamente proporcional al régimen del motor. Es decir, a más rpm y velocidad, la asistencia disminuye y la dirección se vuelve más rígida y directa. Pero nunca llega a ser tan directa y firme como en el Abarth: eso aumentaría mucho más las sensaciones de vértigo y deportividad.

El consumo promedio es de 9.6 litros cada 100 kilómetros, pero aquellos con “pie pesado” no tendrán problemas en alcanzar los 15 en ruta. Nada grave para un auto con este perfil (inserte meme otra vez).

El Sanderito anda realmente fuerte y te vas a sorprender con la rapidez que alcanza los límites de la legalidad. Es un auto muy divertido para usar todos los días y un compañero perfecto para viajes en ruta. El régimen del motor a velocidades constantes es algo elevado (3.000 rpm en sexta y a 120 km/h) y el sonido que invade la cabina puede resultar molesto para algunos oídos sensibles, pero bueno: insert meme again.

Más allá del buen torque en baja, donde realmente se vuelve entretenido es en la franja más alta del tacómetro. Entre 3.000 rpm y el corte de inyección en 6.500 rpm entrega lo mejor que tiene. El F4R 2.0 es un motor veterano, pero es elástico y no tiene mayores problemas para mover a un autito tan liviano.

Todo esto se complementa con tres modos de conducción: Normal (con el ESP conectado en forma permanente y un mapeo de motor que privilegia el confort de marcha y el consumo), Sport (desconecta parcialmente el ESP y aumenta la sensibilidad del acelerador) y R.S. (desconecta completamente el ESP y deja el auto 100% librado al criterio del conductor).

Lo más interesante del Sandero R.S. es que -por su precio accesible, la mecánica simple y la excelente puesta a punto del chasis- se convirtió en el auto más popular entre los aficionados a los track days. Algunas empresas -que organizan estos eventos en pista para autos particulares- incluso tuvieron que crear categorías y horarios especiales para albergar a la verdadera manada de Sanderitos que se inscriben. Es una manera barata, segura y muy entretenida de disfrutar la pasión por los autos.

CONCLUSIÓN

Si buscás un auto deportivo accesible, el Renault Sandero R.S. es una propuesta más que recomendable. Tiene estética y terminaciones básicas, pero también es cierto que no existen rivales por su precio de 1.3 millones de pesos. Es la mejor relación CV/$ del mercado argentino.

También es un producto interesante si buscás un segundo auto para tu garage: es discreto y austero, pero muy divertido de manejar todos los días. Es un excelente complemento si el otro auto que tenés es un vehículo más familiero (que seguramente será mucho más formal y aburrido de conducir).

Y, además, es una alternativa genial si querés iniciarte en ese hobby llamado “track day”. Son eventos ideales para despuntar el vicio de la velocidad, en un entorno seguro y donde siempre hay gente dispuesta a darte consejos, para mejorar tu manejo y bajar los tiempos de vuelta.

Cuando un auto tiene tantas aplicaciones concretas y variadas, es porque estamos ante una idea original, bien ejecutada y muy recomendable. Por razones de costos, Renault ya no trajo a la Argentina el Clio europeo y habrá que esperar hasta el 2021 para la llegada del Mégane IV RS (que sin dudas tendrá un precio elevado).

El Sandero R.S. es un auto nacido de manera exclusiva para el mercado latinoamericano. Ni siquiera los rumanos de Dacia ofrecen algo equivalente en el Viejo Continente. Es un simpático hallazgo local: el verdadero deportivo low-cost.

C.C. / O.C.

***

El Renault Sandero R.S. cuesta 1.3 millones de pesos y este restyling se lanzó en marzo de 2020.

Sobre la base del Sandero, un deportivo low-cost para disfrutar todos los días.

En ciudad, ruta y pista.

 El restyling estrena diseño de tapizados y terminaciones más cuidadas en los revestimientos de las puertas.

Ahora tiene doble airbag frontal y doble lateral (bien ahí). La posición de manejo es elevada y muy Sandero (flojo ahí).

Atrás se pueden acomodar tres adultos y ahora todos tienen su apoyacabezas y cinturón de tres puntos de anclaje.

Comandos low-cost y botón de apertura de baúl heredado del Smart ForTwo (Daimler comparte muchos componentes con Renault-Nissan).

Pedalera deportiva. Atractiva a la vista, aunque demasiado elevada.

Caja manual de seis velocidades y botón R.S. para activar los diferentes modos de manejo.

Normal, Sport y R.S.

Pantalla multimedia con Apple CarPlay y Android Auto.

Baúl generoso: 320 litros.

Auxilio miserable: finito y de uso temporario.

Las Michelin Pilot Sport son hermosas y muy efectivas, pero hay que cuidarlas. ¿La banderita francesa? Es porque es un auto aprobado por RenaultSport Francia.

Viejo y conocido: el motor F4R 2.0 16v mueve con holgura al Sanderito.

RenaultSport modificó la admisión de aire, la inyección de combustible y el sistema de escape.

Pide pista. ¿Vuelve el Ranking Autoblog?

Pero antes le dimos mucha calle y ruta.

La mejor relación $/CV del mercado argentino.

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Renault Sandero R.S. (2020)
Origen: Brasil.
Precio: 1.305.500 pesos (otras versiones Sandero desde 1.009.100 pesos)
Garantía: tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: Renault Argentina (www.renault.com.ar)

MOTOR
Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica multipunto, distribución variable por correa.
Cilindrada: 1.998 cc
Potencia: 145 cv a 5.750 rpm
Torque: 198 Nm a 4.000 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico.
Caja: manual, de seis velocidades.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: eje de torsión, con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
Frenos delanteros: discos ventilados (280 mm)
Frenos traseros: discos ventilados (240 mm)
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia electrohidráulica.
Neumáticos: Michelin Pilot Sport 205/45 R17 (rueda de auxilio de uso temporario)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 201 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,7 segundos.
Consumo urbano: 11.6 l/100km
Consumo extraurbano: 7.7 l/100km
Consumo medio: 9.6 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.070 mm / 1.733 mm / 1.499 mm
Distancia entre ejes: 2.590 mm
Peso en orden de marcha: 1.190 kg
Capacidad de baúl: 320 litros.
Capacidad de combustible: 50 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Cinturones de seguridad delanteros y traseros de 3 puntos
Frenos ABS con EBD
Control electrónico de estabilidad (ESP)
Control de tracción (ASR)
Asistente de arranque en pendiente (HSA)
Cierre automático de puertas a 6 km/h
Anclajes Isofix para sillas infantiles
Aire acondicionado
Asiento trasero rebatible 1/3 2/3
Butaca del conductor regulable en altura
Columna de dirección regulable en altura
Computadora de abordo
Espejos retrovisores con comando eléctrico
Levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas
Llave navaja con apertura electrónica del baúl
Sensores y cámara de estacionamiento trasera
Indicador de cambio de marcha
Limitador de velocidad
Pantalla Media Evolution con Android Auto, Apple CarPlay, Touch Screen de 7” y comando satelital en el volante
Alerón trasero negro brillante
Apoyabrazos revestidos en cuero sintético
Butacas deportivas
Espejos retrovisores exteriores en negro brillante y manijas de las puertas color carrocería
Faldones deportivos
Llantas de aleación liviana bitono, diamantadas de 17”
Luces diurnas con tecnología LED
Molduras de los instrumentos combinadas con cromado
Ópticas traseras con firma lumínica LED integral
Palanca de cambios con detalles cromados
Salidas de aire con molduras cromadas
Volante con detalles cromados, revestido en cuero sintético

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Crítica: Fiat Strada Volcano

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Texto de Jerónimo Chemes
Fotos de Orly Cristófalo y J.C.

Tuve la responsabilidad de probar “una chata que la gente se puede comprar, porque llega a ese precio”. Un vehículo que para muchos puede convertirse en su “primera pick-up”. De ahí el enorme interés que genera la nueva Fiat Strada que se lanzó la semana pasada en la Argentina (ver equipamiento y precios).

Hasta hace unos años, una pick-up accesible era sinónimo de algo rústico. Les ponían unos adornos para que parecieran menos “base”, pero no traían ninguna seguridad ni calidad de terminación. Las pick-up medianas hoy son naves espaciales (las full-size siempre lo fueron). Aparecieron las pick-ups compactas: la Fiat Toro es buena y la Renault Duster Oroch es más rústica, pero igual vende.

En este contexto, el segmento de las pick-ups chicas parecía olvidado. Las Fiat Strada, Volkswagen Saveiro y Chevrolet Montana estuvieron años sin un recambio generacional.

Son productos que apuntan a quienes juntan peso a peso para llegar a su primera “chatita”. Esa gente no está sobrada de dinero y necesita lo siguiente: que gaste poco, que sea fácil de mantener, que sea confiable hasta la médula, que tenga lo necesario para viajar cómodo, que sea segura y que tenga caja para llevar cosas. Veamos si lo logra.

Manejé una semana la nueva Strada 1.3 Volcano. Tiene un precio de lista de 1.391.800 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Básicamente, Fiat tomó un Mobi y le puso un “estante” atrás. En general, estos inventos salen horribles en términos estéticos (Chevrolet Montana basada en el Agile, Peugeot Hoggar basada en el 207 Compact) pero acá señores me pongo de pie y aplaudo a FCA. Todos, absolutamente todos -tanto los que saben de autos como los que no les importa nada- la ven y dicen: “Toro”. Los más sabihondos, luego de observarla bien, le terminan diciendo: “Mini Toro”. Fiat lo hizo perfecto: sobre la base de un vehículo básico como el Mobi creó un diseño que remite a una pick-up mucho más cara. La Strada Volcano no es una pick-up que luzca “pobre” o “injertada”. Y la pegaron a su hermana mayor, la Toro, cosa que el comprador pueda mostrar “progreso”. Brillante.

De trompa es agresiva y el detalle de la bandera italiana es cool. Las tiras de led de las ópticas le quedan perfecto. La parrilla dice “Fiat”, bien grandote (para “sentirse un poco Ram”) y reforzar su identidad. Tiene antinieblas abajo. De trompa, está buenísima.

El lateral es básicamente un Mobi, hasta el parante trasero, donde le metieron una caja de carga. En la unión del guardabarro delantero y la puerta hay una “fake ventilation”, como si el pequeño 1.3 necesitara succionar más aire. El techo tiene barras portaequipaje y bajan uniéndose a la barra de San Antonio. La gran ventaja sobre la anterior Strada: ahora tiene cuatro puertas.

De atrás, el portón es muy alto. Tiene cámara y sensores en el paragolpes. No hay escalón, porque no lo necesita: subir a la caja es un placer, sin esfuerzo. La cajita de carga es excelente, anoten: muy profunda, toda revestida de serie con cobertor de plástico, trae lona marítima, tiene cuatro ganchos de amarre bien abajo y cuatro ganchos secundarios (en plástico) sobre la parte de arriba del guardabarros. Es decir: tiene de serie todo lo que tenés que pagar extra en pick-ups mucho más caras.

A diferencia de la Toro, el portón de la caja de carga abre como corresponde: para abajo. Fiat declara que el portón soporta 400 kilos de peso apoyados. Pero atención con el portón: cuando está abierto, la mueca que copia la forma de la óptica es filosa y raspa: si te la llevás puesta te puede cortar. Me pasó a mí, a una persona más y a mi hijo. O somos tres giles o hay que revisar eso. Debería llevar un pequeño burletito de goma.

La caja de carga, al ser profunda, acepta mucho volumen. Pude acomodar tres bicicletas. Teniendo en cuenta que es las chatas más pequeñas de la industria, la caja es excelente. Por si fuera poco: tiene luz e ilumina muy bien.

Por abajo, está mejor armada que arriba. La robustez de la vieja Strada está presente. Las parrillas de suspensión delanteras están sobredimensionadas y las rótulas vienen clavadas, pero ya sabemos que se pueden igual comprar por separado y cambiar, no es necesario cambiar la parrilla completa.

Tiene protector de radiador y cárter de serie, de buen grosor. El eje trasero (bien grueso) tiene dos brutos topes de goma y la hoja del elástico es gruesa: está preparada para más kilos de lo que declara, me parece. Lo único que quedó mal fue la rueda de auxilio, que sobresale demasiado hacia abajo y parece que se está cayendo. Entiendo que no había otro lugar, pero queda feo. Lo bueno es que tiene el mismo tamaño que las cuatro ruedas titulares, no como la Toro, que tiene un auxilio de uso temporario. Veredicto: El diseño es subjetivo, pero en este caso me parece extraordinario. Dan ganas de comprarla. Entra por los ojos de una. No luce “pobre” y abajo está bien armada.

POR DENTRO

La buena noticia es que ahora la Strada tiene cinco plazas y la accesibilidad es con cuatro puertas. La mala es que sigue siendo un Mobi y eso se nota en el asiento de atrás. Al ser un monocasco chico, no cuesta subir: no es necesario trepar. Adelante, es chiquita pero muy cómoda. Las butacas son muy buenas, parecen de segmento superior. La posición de manejo es buena, no cansa y uno viaja cómodo.

Todo es chiquito, pero está bien resuelto. Te sentás y todo está cerca. El tablero es pequeño y tiene tres agujas: velocímetro (se ve poco), cuentavueltas y combustible. Después, tiene una pantalla en el medio como sobresalida hacia adelante, del tamaño de un celular, que tiene mucha info y dentro de esa info incluye la temperatura del motor. La pantalla central es excelente: táctil, rapídisima y conecta Apple CarPlay por cable y Android Auto por wifi, sin cable. Es mejor de lo que tiene la Toro.

En los posavasos no entran vasos medianos de McDonalds, pero sí caben las botellitas flacas de agua.

Entre medio de los respaldos hay un segundo USB que no recomiendo usar si atrás viaja alguien: hay tan poco espacio que -sin querer- lo va a patear. Las alfombras son de buena calidad. En el techo, una sola luz delante de calidad dudosa y que no ilumina mucho.

El volante tiene mandos de radio, teléfono, control por voz (anda más o menos) y de la pantalla del tablero. Atrás está bien terminada y tiene tres cinturones, pero la verdad es que no caben cinco adultos de ninguna manera, a menos que sean muy muy pequeños y flacos. Dos adultos, sí: pero con las piernas abiertas, porque si no las rodillas se las clavás al conductor. Tres niños hasta 13 años caben perfecto. El espacio no sobra, pero podés viajar a la Costa (si parás a estirarte en Dolores).

Todo el habitáculo es acorde a lo esperado y sobre todo sorprende por la calidad de construcción. No hay detalles de lujo, los materiales son duros, pero de buena calidad, muy superior a los Fiat de antes. Realmente parece otro segmento, pero sin tener estridencias. Veredicto: Bueno (calidad muy bueno)

SEGURIDAD

Esta Strada Volcano tiene cosas increíble, como faros delanteros de leds (para diurnas, altas y bajas), que iluminan de una manera impresionante de noche. Más sorpresas: dirección con asistencia eléctrica.

Además, por primera vez en la historia en Argentina, una pick-up chica viene de serie con control de estabilidad (ESP) y cuatro airbags (excepto en la Cabina Plus, que tiene dos). Es un gran salto en seguridad.

Después, podemos criticarle que no tenga sensores de estacionamiento delanteros, pero bueno: es una Strada. Si no podés estacionarla, comprate una bici. Veredicto: Muy bueno en equipo y extraordinario en seguridad (las luces, ovación de pié, gritos, aplausos y confetti).

MOTOR y TRANSMISIÓN

Hay dudas lógicas porque el motor es más chico y menos potente que la anterior Strada con el 1.6 16v de 115 cv. Manejé bastante ese motor, andaba fuerte especialmente después de las 4000 rpm como todo multivalvular (leer crítica) y la realidad es que usándola picante gastaba mucho.

Hoy tiene un pequeño 1.3 de 99 cv y 127 Nm de torque a 4000 vueltas. Si mirás estos números fríos pensás que no se va a mover, pero el secreto es que la nueva Strada pesa solo 1.172 kilos. Yo soy amante del rightsizing y detesto el downsizing.

Este caso es un ejemplo claro de rightsizing. El 1.3 es justo lo que necesita la Strada. Es muy ágil, no tiene baches, las relaciones de caja están elegidas perfectas y podés doblar una esquina en tercera despacito, sin corcovear. El motor es liviano, chico y sobre todo sencillo: distribución por cadena, embrague común, sin turbo ni aditamentos molestos. Un 1.3 recontra probado, simple, “picantito”, irrompible, elástico, confiable hasta la médula y sobre todo muy barato de mantener.

Les paso los números: Acelera en 12.7 segundos (largándola a 3.400 rpm) y zapatea mucho, al punto que en segunda también chillan las gomas. A fondo, 165 km/h a 5.600 rpm. Estas cifras no son para enloquecer a nadie, pero esto es una Strada: una pick up chica, que no está pensada para correr ni para andar tirando cambios. Si necesitas más, andá a la Toro.

Los consumos son increíbles si la usas tranquilo: 7.8 l/100 kilómetros en uso mixto. 8.6 l/100 en ciudad con tránsito pesado. A 120 km/h en ruta y a 3.900 rpm en quinta, 8.0 l/100. Y estamos hablando de nafta super, no necesita premium. Como verán, el costo operativo es bajísimo. Se le puede poner GNC, pero vas a perder la garantía oficial de Fiat.

Más allá de los fríos números, es impresionante la agilidad en ciudad. Realmente comulga la potencia con el peso y las relaciones de caja de una manera muy buena y el resultado es una chatita ágil, de bajo consumo y buenas reacciones.

En ruta, la quinta es para ahorrar. No esperes recuperaciones picantes porque el poco torque la hacen flaquear. Pero tiene un secreto: la cuarta es demoledora. En cuarta, pisala a fondo y va bien adentro de la zona roja hasta 6.400 rpm (cambiá a 6.000 vueltas clavado que acelera con toda energía). Salís a pasar un camión, mandá cuarta y pata abajo, que va sin problemas. Lo mejor es crucerear a 110: no gasta nada, va relajada y serena. No es una chata para correr, es una chata para pasear sin apuro. Y eso lo hace perfecto.

Sí, el motor es más chico, pero es mucho mejor que el 1.6, que “abajo” no tenía nada. Este tiene mucha mejor manejabilidad. Es un motor menos potente, pero es más ágil y no perdió tanta velocidad final. No necesita más. Veredicto: Muy bueno, pero perdió la opción turbodiesel.

COMPORTAMIENTO

El andar en general es durito (no duro ni incómodo), porque tiene suspensión trasera con elásticos (uno de cada lado). Es y se siente robusta. En ciudad, es un placer. Liviana, ágil y con dirección eléctrica. Un karting. Cabe en cualquier recoveco, es una cabra que va para todos lados con alegría. La dinámica en ciudad es espectacular. Ir al súper, al colegio, a McDonald´s es hacerlo en auto (con caja). Espectacular la maniobrabilidad. Si estás “apuradito” cabe en cualquier hueco de tránsito.

Estacionarla es otro placer. De nuevo, liviana, ágil, dirección eléctrica y además cámara a color y sensores traseros. Listo: en dos maniobras entra en una baldoza.

En ruta hasta 120 va perfecto (y no gasta nada), de ahí en más es medio “saltarina” y copia bastante, a fondo hay que manejarla porque es nerviosa y si no tuviera ESP sería peligroso. Si querés ir a 165 a todos lados, comprate la toro y pagá las multas.

En la tierra, el andar es espectacular. Al ser liviana y robusta, encará con confianza que hay fierros para bancar el topetazo. No es una mediana, pero transmite mejor sensación en el castigo que la Toro. El poco peso la hace ágil, si hay un salto aterriza liviana y banca los pozos con soltura.

En el poco barro que hubo es una sorpresa. Por favor tener en cuenta que esto no es un vehículo off road, es una entrada de gama. El tema del sistema E-Locker (que no es Locker) se explicó acá.

En el barro manéjenla como un Renault 12. Tracción delantera, buen despeje, poco peso y encima dirección eléctrica. No es una pick-up mediana 4×4, pero la prefiero así antes que la Toro y su electrónica. De hecho, me arriesgo a decir que a la Toro en el barro, la Strada le sigue el paso si el que maneja es ducho. Y en la arena (obvio, no la pude llevar) me arriesgaría a bajarle las gomas a 12, sacarle la electrónica y apuesto que sobre el plano iría bien.

El poco peso compensa muchas cosas en el barro. De hecho, siendo la otra punta, es más fácil de llevar que la Ram 2500 que tiene de todo y es 4×4 pero pesa lo mismo que Groenlandia y tenés que ser experto, porque se hunde sin remedio el tren delantero por el poco despeje.

Otra ventaja: si la Strada se encaja, es tan liviana que sale al toque. Pero ojo que no trae ningún gancho de rescate ni adelante ni atrás y si la enganchás mal vas a romper todo. Esto que me parece inaceptable en una mediana, se lo perdono a la Strada (porque es 4×2).

Ahora vamos con el tema del E-Locker. La Strada vieja se hizo cuando no estaba la Toro, por eso, para darle más capacidad Off Road, le pusieron el sistema Locker mecánico. Este sistema es excelente y puso la vara muy alta. Y sobre todo le daba a los Fiat que lo traían una capacidad de paso incluso superior a varios 4×4 light. Es un sistema mecánico que se activaba por botón y cuando una rueda perdía tracción, al estar trabado el diferencial, la otra recibía sin dudar el 50% de la fuerza y ambas tiraban juntas.

Hoy está la Toro, que ofrece un sistema 4×4 integral sin reductora. Y la Toro también tiene otro error de comunicación porque dice tener “Low” (baja) y lo que trae es una primera corta, que no es baja ni cerca. Entonces promete algo que no puede cumplir. Esto no quiere decir que no sirva, pero no tiene “Low” (baja).

Con la Strada pasa lo mismo. Lo que tiene (gracias a Dios) es ESP, que obvio incluye control de tracción, que además tiene un seteo para “off road” que tocando la tecla que modifica el ABS con menos pulsos, entre otras cosas. El problema es que Fiat lo llama E-Locker para “pegarlo” al anterior, que en efecto era algo mecánico adentro del diferencial. Fiat define en su catálogo al E-Locker como un “bloqueo electrónico de diferencial” y este sistema no es ni cerca como el anterior.

El E-Locker es el típico sistema que actúa con los sensores del ABS que -si detectan pérdida en una rueda- la frenan y envían potencia a la que tiene adherencia. Todo muy lindo, pero en la práctica, en esta y todas las que lo usan en el barro, no sirve para nada. Entonces uno piensa que mantiene el maravilloso Locker viejo y en el primer pozo te quedás encajado.

Si se hubiese llamado “Modo Off Road” o “Modo Ari Vatanen” nadie hubiera dicho nada. El problema es que dice “Locker” y se lo asocia con el anterior. Igual que con la “Low” de la Toro.

Esto de ninguna manera implica que la Strada no sirva en el barro. Todo lo contrario: es gaucha y liviana. Solo que se debe manejar como antes, como cualquier tracción delantera: Huevo, muñeca y pata a fondo. Solo recordá que no es una pick-up mediana 4×4.

Para terminar, celebro que tenga ESP que incluye control de tracción. Prefiero eso mil veces antes que el Locker mecánico, porque me cuida todos los días y el Locker lo usás muy de vez en cuando.

CONCLUSIÓN

Fiat puso la vara altísima en el segmento de las pick-ups chicas. La nueva Strada trae buena terminación, buena seguridad, buena calidad, diseño, mínimo mantenimiento y buen equipo. Pasa por todos lados y tiene poco para mejorar.

Antes, cuando comprabas una pick-up chica, esperabas poco. Hoy podés esperar mucho porque Fiat entrega un producto excelente a un precio accesible. Si buscás tu primera chata, no lo pienses más: es esta. Te va a enamorar y cuando la cambies vas a mirar con cariño a las medianas.

Fiat disrumpe el segmento y Toyota, Ford, VW, Nissan y Chevrolet le tienen que agradecer. Mucha gente dejará sus autos y SUVs para tener su primera chata. Y, cuando vean que son prácticas, más adelante comprarán sin miedo una mediana. La Strada es hoy al segmento de las pick-ups lo que la EcoSport fue al segmento de SUVs.

J.Ch.

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Archivo para descargar: Ficha técnica Fiat Strada (2020)

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La nueva Fiat Strada se lanzó a la venta en la Argentina la semana pasada. Ver equipamiento y precios.

Probamos una semana la versión tope de gama: 1.3 Volcano, de 1.39 millones de pesos.

Ahora la Strada tiene cuatro puertas y le dicen “Mini Toro”.

Aunque, en realidad, es más bien una Mobi Pick-up.

Heredó muchísimas piezas del Fiat más chico. Las plazas traseras son límitadas, pero ahora están homologadas para tres pasajeros (antes, dos).

El tablero es chiquito, pero bastante completo.

El sistema multimedia es excelente.

Caja de carga con luz, un lujo.

La caja es profunda. Está homologada para 650 kilos.

Ojo con los bordes de la tapa de la caja. Son filosos. Merecerían un burlete.

Sirve para las compras.

Sirve para el trabajo y también para el fin de semana.

Buenos ganchos para amarrar la carga.

La rueda de auxilio es igual a las cuatro titulares (en tu cara, Toro), aunque queda bastante expuesta a la vista.

Bien protegida en las partes bajas. Se ve y se siente robusta.

El motor 1.3 mueve sin problemas a una pick-up muy liviana.

Parrilla con emblema de Fiat bien grande y banderita italiana (así serán todos los próximos Fiat).

La nueva Strada marca un antes y un después en el segmento de las pick-ups chicas.

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En el garage de Autoblog: Fiat Strada Freedom

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FCA Argentina lanzó a la venta el mes pasado la nueva generación de la Strada. La pick-up de Fiat para el Segmento B (chico) se renovó por completo y llegó a nuestro mercado con cuatro versiones y dos motorizaciones (ver gama, equipamiento y ficha técnica).

En Autoblog ya probamos durante una semana la Strada Volcano. Tiene un motor Firefly 1.3 8v (99 cv y 127 Nm) y la crítica completa se puede leer acá. Pero esa es la versión tope de gama.

La Strada también tiene tres versiones más accesibles, con un motor más veterano: Fire Evo 1.4 8v (85 cv y 121 Nm). Es el impulsor que lleva la unidad que se muestra en estas fotos: la Strada Freedom. En los próximos días, vamos a poner a trabajar -con carga y por caminos malos- a esta pick-up con sólo 85 caballos.

Como ya alguno habrá notado, en esta nota no se habla de precios. Después de los valores anunciados en el lanzamiento, el 19 de agosto, ya no es posible saber cuánto cuesta hoy comprar una nueva Strada. Fiat hace tiempo que retiró los precios de su web oficial y dejó en manos de los concesionarios la decisión de fijar los valores. En las últimas semanas llegaron a info@autoblog.com.ar varios reclamos de consumidores que fueron sorprendidos con fuertes sobreprecios para este modelo.

¿Qué hay que hacer ante un caso de sobreprecios? Se informó acá.

La crítica de Jerónimo Chemes sobre la nueva Strada Freedom se publicará la semana que viene.

C.C.

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La Strada Freedom tenía un precio de lista de 1.244.700 pesos cuando se lanzó el 19 de agosto. Fiat ya no publica en su web los valores oficiales y hay denuncias de sobreprecios.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

En Autoblog ya probamos la nueva Fiat Strada Firefly 1.3 Volcano. Leer crítica.

Crítica: Ford Ranger 2.2 XL Cabina Simple 4×4

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Texto y fotos de Jerónimo Chemes

El mercado de pick ups cambió, es cada vez más grande. En general, las automotrices prestan a la prensa las versiones más caras, que vienen con niveles de equipo inimaginables y lejos están de ser carros de laburo. Son ya vehículos de alta gama, que en el caso de la Ranger Limited ahora tienen más asistencias a la conducción (ADAS), que muchos autos importados más caros. Increíble el lujo y confort en general.

Más extraño aún es probar una pick-up mediana Cabina Simple. La razón es que ya casi ni se venden. En la Argentina sólo se venden las Chevrolet S10 CS (200 cv, desde 1.84 millones de pesos), Ford Ranger CS (desde 160 cv y desde 1.80 millones) y Toyota Hilux CS (150 cv, desde 1.70 millones). Volkswagen dejó de vender este año en la Argentina la Amarok CS fabricada en Pacheco. Nissan y Renault ni siquiera pensaron en fabricarlas, directamente. Y Mitsubishi no la trae.

Las Cabina Simple pasaron de ser el 90% del mercado en los ‘80 a ser menos del 5% en 2020. Antes, todo era cabina simple. Hoy todo es cabina doble. Más allá del mencionado cambio y apertura del mercado, en la Argentina la siniestra LiNTI les dio el golpe de gracia (leer informe). Concuerdo 100% en todo lo que se escribió en esa nota y -como victima de esta locura-, les aseguro que el afano y el maltrato es tal cual.

La LiNTI es un delirio. Si bien la CNRT dice que si la persona usa la pick-up para llevar sus cosas no es fiscalizable, en la calle ocurre lo contrario. Los controles son terribles y apuntan siempre a incautar el vehículo.

* Ejemplo 1: Si llevás tus cosas para laburo y no tenés una Factura B de la compra de las herramientas, te quieren sacar la chata. Ahora, ¿quién en su sano juicio lleva todas las facturas encima de todas las herramientas que compró? La CNRT, en las excepciones, pone esos detalles grises ya que es imposible que un plomero tenga una Factura B de algo que compró hace 3 años. ¿Entienden lo siniestro? La normativa tiene zonas grises que los que controlan saben bien y te sacan la chata.

* Ejemplo 2: Si el cuatriciclo que llevás en la caja de tu chata no está a tu nombre, porque lo patentó tu mujer o tu papá, entonces lo toman como transporte para terceros y te sacan la chata. O si vas con un amigo y dos motos, una a tu nombre y otra a nombre de tu amigo, la de él la toman como “carga y transporte para terceros” y te quieren sacar la camioneta.

Puedo seguir un año. La reglamentación esconde todas las trampas, que los fiscalizadores se saben de memoria. Todo apunta a recaudar. Que haya LiNTI para vehículos pequeños es una locura. El corte debería ser en 1.500 kilos. De 1500 kilos de carga para abajo, la LiNTI sólo será solo recaudatoria y opresiva. Contribuirá con la inseguridad vial y el desempleo. Celebro de pie el espacio de Autoblog para exponer el tema y si alguien hace algo para modificar esa norma, me sumo sin dudarlo.

Las chatas cabina simple son la base de todo. Lejos de las prestaciones espectaculares, los equipamientos soñados, las ADAS increíbles y todo el “show”, las CS son… ¡chatas!.

Herramientas de laburo, cabina corta y caja (muy) larga. Tu compañera: esa que te ayuda a llevar todo, la que pone el hombro, la que se banca cuatro choferes distintos, la que sale cuando “está bravo”, la que se come “los kilos que hagan falta”, la que lleva adelante el reparto de tu pyme, la que siempre tienen una rasponcito, luz quebrada, “bollo”, paragolpes doblado, portón rayado. Son las “cicatrices de guerra”, que denotan el día a día.

Cuando voy a ver alguna chata para comprar (todos mis amigos me piden que los ayude en esa búsqueda) es distinto analizar una “tope de gama” que una CS: acá mirás otras cosas mucho más allá de lo estético y los detalles visuales. Te tirás abajo, mirás el tren delantero, el juego de crucetas, el estado de los elásticos, las patas de caja y reductora, los soportes de escape, el juego de rulemanes y demás “fierros crudos”. Y mirás si el motor está toqueteado. Ves si fue bien mantenida o la llevaron a talleres del pueblo. Consultás si es bimasa y correa, etcétera. Porque es obvio que las CS usadas tienen las cabinas muy gastadas o golpecitos y rayas en la carrocería. Pero vos, en este caso, comprás fierros. No “el look”. Las CS hay que saber mirarlas.

Acabo de comprar en un remate una CS con 520.000 kilómetros. La retiré y, con mantenimiento simple y el embrague (común), está andando perfecta todos los días. Ahora, si la ves de pinta decís: “Esto no sirve más”. Pero aprobó la VTV de carga (es recontra exigente y carísima) y ya tiene toda la salvajada de papeles necesarios.

Me gustan las Cabina Simple. Son útiles en la Argentina, por las grandes distancias y la gran cantidad de caminos malos. Son necesarias. Prácticas para todo.

Las Cabina Simple construyeron la Argentina. Y, como todo lo que es bueno, sirve y trabaja, las mató el Estado con regulaciones absurdas para recaudar y beneficiar a ya saben quién.

Probé la Ford Ranger 2.2 XL Cabina Simple 4×4 de 2.001.000 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

¡Simple! Lejos de sus hermanas cool, la Ranger CS también tiene su personalidad. A la vista, es “rara”, porque la cabina es corta y la caja es larguísima. A mí, en particular, me encantan, pero el diseño es secundario porque las chatas de laburo no deben ser lindas: deben ser funcionales.

Desde 2016, la máscara de trompa negra de las Ranger XL permanece sin cambios (las XLS fueron actualizadas el año pasado. Celebro que la máscara sea negra en las chatas de laburo, porque se va a rayar y golpear. El lateral es limpio, plano. Me gusta, pero tiene una desventaja frente a la S10 y la Hilux: no tiene cornamusas o “dientes” externos para atar la lona. Ojo, no confundir con ganchos internos de caja (para atar la carga, que los trae), hablo de los que están afuera para atar la lona que cubre la carga. Las viejas Ranger (hasta 2012) traían estas cornamusas, pero la Ranger Generación T6, no. Una pena, porque son muy necesarias y la competencia las trae. Las llantas son de chapa con gomas mixtas 255 de talón alto (70). Acá Ranger y S10 le sacan un campo de distancia a la Hilux. Ambas traen gomas anchas, que pisan “gordo”, algo muy necesario cuando llevás kilos o tirás un trailer, mientras que Toyota le pone ruedas muy finitas a la Hilux.

Una cosa que se olvidan las tres marcas: ¿cuando van a poner paragolpes con escalón en las puntas, para subir cuando el portón está abierto? Ya me acerco a los 50 y cada vez me cuesta más trepar.

Espejos grandes, colapsables para que cuando le pegues a algo no se rompan y rebatibles con la mano.

La caja en las CS es lo más importante. Es larga 2.31 m, ancha 1.56 m (entre buches, 1.13 m) así que entran dos pallets cómodos. El portón aguanta 250 kilos. El interior de la caja se diferencia de las otras dos porque tiene ocho ganchos de atar y están bien puestos contra el piso. Además, son muy fuertes para ajustar el “traka-traka”.

Lo que ninguna trae (se ofrece como opción) es revestimiento interior de caja y barra de San Antonio (que en el caso de las cabina simple puede ser corta o larga, para abarcar más el lateral).

La capacidad de carga declarada es de 1.117 kilos, pero claramente esta recontra sobrada para llevar muchos más.

Solo tiene barreros atrás, ¡adelante no los trae!

Al verla desde abajo, la Ranger sigue sin competencia. En toda la línea 4×4 trae chapón cubre radiador, chapón cubre cárter, chapón cubre caja y DPF, chapón cubre caja reductora y amortiguadores traseros con cortapiedras. Además, el tanque tiene una cobertura extra de plástico. Está casi blindada por abajo, algo muy importante para los que manejan todo el tiempo sobre ripio. No hay nada que agregarle. Todo es de buen espesor y muy bien armado, las hemos golpeado muy fuerte y los chapones absorben el palo para salvar a los componentes.

Además, las Ranger y Frontier son las únicas que traen dos ganchos de rescate, como corresponde. Toyota y Chevrolet no traen gancho trasero (insólito) y VW directamente no trae (tiene esos chiquitos, que se enroscan). Es inadmisible que una pick-up 4×4 no traiga dos ganchos de rescate fuertes (uno adelante y otro atrás). Los que nos encajamos, los necesitamos. Veredicto: Afuera, bien. Abajo, excelente y felicitado.

POR DENTRO

Olvídense del concepto viejo de “chata = carro”. Esta Ranger XL CS es la más base de todas y tiene lo necesario para trabajar.

El interior nuevo de las Ranger base quedó bueno y, si bien no es ni cerca una tope de gama, es un gran salto. La XL, hasta el año 2018, venía con el tablero 2012, que era ya muy viejo. Ahora quedaron bien. El tablero en sí me parece buenísimo y tiene pantalla en el medio (monocromática, pero completa). En el medio sigue con la pantalla monocromática, pero mejoraron los comandos para manejarla. Abajo, la radio y el aire acondicionado. En el fondo, el “pozo” para guardar todo (con una USB y otra Aux). Se completa con posavasos doble y el apoyabrazos de doble altura con estante (muy cómodo). Los parasoles no tienen espejo y el del conductor debería tener un clip para poner más papeles.

El puesto de manejo es igual a la XL CD, salvo por una cosa: trae manija en las puertas para subir el vidrio, cosa que no es aceptable. En las Cabina Doble viene con cuatro one-touch.

Lo que es “raro” es que la cabina termine en tu nuca. La posición de mando es cómoda, sólo que el acompañante no podrá recostarse: el respaldo hace tope atrás. Atrás y abajo, hay lugar para el equipaje de dos personas: caben dos bolsos grandes y hasta una caja de herramientas.

La cabina está configurada para dos pasajeros. Sería bueno ofrecer como opción una tercera plaza homologada y con cinturón. Aunque viajen un poco apretados, puede hacer la diferencia en un trayecto corto. La Ranger Cabina Simple de 2005 era para tres pasajeros, con sus cinturones.

El volante tiene comandos de teléfono, control de voz y audio. Los tapizados son de tela y las alfombras de goma con clip son excelentes (son las mismas que las Limited). Lo otro bueno de la cabina simple es que el aire, la calefacción y la ventilación, al estar preparadas para las CD, en menos de un minuto ya hacen su laburo y sobre todo, siempre están andando al mínimo, porque la superficie a enfriar es chica. Solo me gustaría pedir algo que ninguna trae que es la luneta con vidrio corredizo, pero eso sólo las norteamericanas lo traen. Veredicto: muy bueno (para laburar).

SEGURIDAD

Tiene tres airbags y el mismo equipamiento de seguridad de las otras Ranger (aunque sin las ADAS de la Limited). Me encanta que tenga el control de carga adaptativo, que es muy importante para viajar con peso. Otra cosa excelente es el control antivuelco, una tendencia muy marcada en las Cabina Simple cuando viajan sin peso.

Los cinturones de seguridad no regulan en altura, ¿porque será, ya que en la XL Cabina Doble sí lo tiene? Veredicto: Excelente en seguridad.

MOTOR y TRANSMISIÓN

En la crítica de la XL DC de 150 cv conté la historia del 2.2 desde 2012 y el enorme cambio que significó el TGV (leer nota). De esos ya muy simpáticos 150 burros, ahora Ford retocó la electrónica y la llevó a 160 cv y 385 Nm.

El DPF ahora está bien pegado al turbo y arriba (antes estaba debajo de la cola del acompañante, mas lejos de la fuente de calor). ¿Se nota el retoque de la electrónica y esos 10 cv más? Si sos experto, hay un pequeño momento donde sí, pero la gente común no creo porque ya con 150 cv andaba bien. Empuja muy bien entre 1500 y 2400 rpm. De las 3.500 vueltas en adelante se desmorona, como todo pequeño motor.

Saben mi aversión por los motores chicos: este 2.2 es “simpático”, muy parecido al Nissan monoturbo, mejoró con respecto a los primeros y lleva la chata con energía, especialmente en recuperaciones en ruta y aceleración.

La chata quedó muy ágil, además es la más liviana de las diesel y eso se nota mucho, el 2.2 está feliz de tener que mover poco peso. Los consumos son muy buenos si vas tranquilo a 80 km/h a 1600 rpm está solo en 6.1 l/100, a 100 km/h a 2000 rpm está en 8 l/100 y a 130 km/h a 2.600 está en 10.8 l/100 y Ciudad 9.1 l/100. A fondo llega a unos 176 km/h, un buen número, pero con el motor a los gritos diciéndote “¡para esto comprate el 3.2!”. Aclaro que todos estos valores son sin carga.

Ahora con carga o tareas pesadas, el motor cumple, pero no le sobra nada. Cuando hay kilos o terreno pesado, la diferencia con el 3.2 es galáctica. En el día a día, sin peso, este es más divertido y vueltero, pero cuando necesitás algo pesado, hace lo que puede.

Para trabajos extrapesados (altura, barro permanente, tirar trailers de 3.5 ton, desencajar cosas grandes, meter kilos severos, nieve profunda), el motor es el 3.2. Este pequeño va a hacer el trabajo con ganas, pero deja todo lo que tiene. El 3.2 lo hace paseando y cuando la tarea es severa, sus cinco cilindros son demoledor. Nadie se le acerca en el segmento (sólo el V6 de la Amarok, si tuviera una reductora). Además, en esas circunstancias el 3.2 gasta mucho menos que el 2.2. En los viajes de La Chata Solidaria, con plena carga y sobre terreno hostil, la 3.2 gasta hasta casi dos litros menos de promedio.

Los diferenciales, caja de cambios y reductora son los mismos de la Limited. Eso es muy bueno. Es decir: están sobredimensionados para el pequeño motor 2.2. Además, el concepto “keep it simple” está llevado como en toda la línea al extremo: cadena, enfría por viscoso y el embrague es común, no el bendito bimasa. Veredicto: Bueno el motor, excelente el resto de los componentes y aplauso de pie para la extrema simpleza mecánica.

COMPORTAMIENTO

Las pick-ups Cabina Simple se portan distinto cuando viajan vacías, porque cargan todo el peso adelante. Esto se nota de manera especial en las 4×4, que cargan diferencial, palieres y reductora. Por eso, son famosas por tener la “cola alegre” (evitemos los chistes previsibles).

En el firme, hoy todas tienen ESP y eso hace que nada se salga de lugar en una esquina mojada, ya que al toque interviene la “niñera” y corta el juego. La chata es segura. Un tren en la ruta. Y, si bien la nueva suspensión de las Ranger 2020 es más suave (en las tope de gama el cambio es más notorio) siguen siendo robustas y aman que las golpees severo.

Desde ya, esta Cabina Simple es más dura que las tope de gama y vas a los saltos cuando la caja está vacía. No esperen confort, porque no es para eso. Es un intermedio entre la S10 (la más blanda) y la Hilux (la más dura de todas).

Ahora, con la caja cargada, la cosa cambia y es mucho mas confortable. En ruta, las maniobras de esquive son muy buenas porque tiene gomas anchas (como la S10) y el control de carga adaptativo es maravilloso. Sumale que trae control antivuelco y vas seguro. No esperen confort: es de laburo y es más durita. También viene con control de descenso en pendiente y asistente de arranque en pendiente.

Fuera de asfalto, las Hilux y Ranger le sacan un universo de distancia a las demás. La Ranger sigue siendo -aún con la nueva suspensión delantera-, excelente para tareas fuera de asfalto que impliquen golpes y torsiones. Está preparada para eso y ama hacerlo. Tiene despeje, chapones y fierros para batirse a duelo con cualquier terreno y ganar. Encará con confianza, el ADN Raza Fuerte lo sentís a cada metro. La cañonera con rulemanes es tremenda y los palieres son mucho, pero mucho mas grandes que los de la vieja F100. La Hilux también es ideal para fuera de camino, pero en asfalto es otra historia.

Cargada con kilos muy fuertes, el chasis sale a relucir. Torsiona al punto exacto y no se queja. En ruta, ante maniobras de esquiva no dobla “en dos partes” (es decir primero la trompa y después la cola, como la vieja F100 o algunas competidoras como la Frontier). La Ranger lo hace en bloque. Realmente, el comportamiento de las Ranger T6 con mucho peso es excelente. Veredicto: Bueno en asfalto, excelente en el suelto.

CONCLUSIÓN

Amo a las pick-ups Cabina Simple. Son ideales para laburo, baratas de mantener, hoy traen todo el equipo de confort para estar cómodo varias horas manejando, las cajas de carga son espectaculares, podés cargar cómodo y llevar muchos kilos. Las 4×4 tienen una capacidad de paso increíble y son irremplazables para laburar.

Sin embargo, la barbaridad de la LiNTI para pequeños vehículos las destrozó. Una locura total que el gobierno mate fuentes de laburo y pise al que quiere avanzar. Adhiero a todo lo que firmó Pablo Rossi (leer informe).

Para terminar, hay algo que quiero exponer. Amo los motores diesel, pero la racionalidad indica que si vas a laburar en la ciudad, cualquier diesel del mercado la va a pasar mal. El DPF se va a tapar y -si no regenerás- vas a terminar en el taller. El DPF para ciudad y trayectos cortos, a baja velocidad, es un problema en todas las marcas. En algunas ya es un drama que no se puede tapar.

Ford ofrece una alternativa que es muy recomendable. Y que no ofrecen las otras marcas. Hablo de la Ranger Cabina Simple 2.5 naftera, que acepta instalaciones de GNC sin perder la garantía de fábrica. Es sólo 4×2, pero el motor está pensado para usar en ciudad. No tiene turbo. No tiene DPF. Es cadenero y usa embrague común.

Además, carga nafta súper, que es mucho mas barata que el diesel euro. Hace dos años, en Autoblog transformamos una Ranger 2.5 a GNC y el resultado se publicó acá. El costo operativo es bajísimo y la conversión se paga sola.

Esta unidad de la Ranger 2.2 Cabina Simple 4×4 fue usada por La Chata Solidaria en nuestro último viaje, por lo cual en algunas fotos la verán con llantas de aleación y tacos de barro, pero eso es equipo exclusivo LCS. De serie, viene con llantas de chapa y gomas mixtas, más aptas para el día a día.

Que vuelvan las pick-ups Cabina Simple. Que se vaya la locura de la LiNTI para pequeños utilitarios. Basta de castigar a las personas (y las chatas) que laburan.

J.Ch.

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Archivo para descargar: Ficha técnica Ford Ranger 2.2 Cabina Simple XL 4×4

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La Ford Ranger 2.2 Turbodiesel Cabina Simple XL 4×4 cuesta dos millones de pesos.

Pero Ford también tiene una Cabina Simple naftera más accesible y apta para GNC (leer más).

La caja de carga mide 2.31 metros de largo.

Ford declara una capacidad de carga de 1.117 kilos.

Aunque en los viajes de La Chata Solidaria siempre recibe “algunos kilitos más”.

Por dentro, una rústica herramienta de trabajo, con leves elementos de confort.

Con el último restyling recibió un nuevo tablero, con una computadora de abordo más completa.

También mejoró el sistema multimedia.

Pero sigue con levantavidrios manuales.

Caja manual de sexta, con doble tracción, reductora y ESP desconectable por completo.

El 2.2 turbodiesel aumentó su rendimiento desde la última actualización: ahora tiene 160 cv y 385 Nm.

Por abajo, todos los componentes vitales bien protegidos. Y algunas muestras de suelo del Impenetrable chaqueño.

 Y también de la llanura pampeana.

Todos los parques de diversiones están cerrados.

Excepto el Disney favorito de Jero Chemes: el barro.

¿Encajado? “¡Traigan a la Azul!” (leer más).

Aclaración de esta foto: es la misma unidad probada en la nota. Sin embargo, cuando viajó a Chaco para las misiones de La Chata Solidaria se equipó con neumáticos Scorpion MTR cedidos por Pirelli Argentina.

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ADEMÁS
Costos de mantenimiento

Costo servicios y repuestos otorgados por concesionario oficial Aspen Motors S.A. (Ruta 9 km 73.200, Campana)

10000 kms: $12.520.- ; 20000 kms, $16.100.- ; 30000 kms, $16.880.-; 40000 kms, $16.100.- ; 50000 kms: $12.520.- ; 60000 kms: $20.460.- ; 70000 kms: $12.520.- ; 80000 kms: $16.100.- ; 90000 kms: $16.880.-; 100000 kms: $16.100.- ; 110000 kms: $12.520.- ; 120000 kms: $20.460.- ; 130000 kms: $16.880.- ; 140000 kms: $16.100.- ; 150000 kms: $12.520.-

Repuestos:
Espejo exterior completo (también se venden las partes por separado): 16.980 pesos
Paragolpes trasero: 38.200 pesos
Óptica delantera: 19.630 pesos
Paragolpes delantero: 15.240

Crítica: Chevrolet Tracker 1.2 Turbo Premier

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Desde hace tres décadas, el nombre “Tracker” es usado como un verdadero comodín dentro de la gama de productos de General Motors. Se llamó Tracker a las adaptaciones que hizo Chevrolet sobre la base de la Suzuki Vitara. También se llamó así al modelo que se conoció como Chevrolet Trax en todo el mundo (menos el Mercosur y Rusia, donde “trax” tiene una connotación sexual, algo vulgar).

Y también se llama Tracker al modelo de esta nota: la flamante generación de la SUV de Chevrolet para el Segmento B (chico). Y acá es donde el juego de palabras se vuelve realmente confuso. Mientras aquella Trax-Tracker fue un producto global, esta nueva Tracker es un vehículo desarrollado para los llamados “mercados emergentes”. Fue creada por GM en alianza con la automotriz china Saic, pero no se venderá en todo el mundo.

En mercados con consumidores más exigentes, como Estados Unidos y Canadá, la vieja Trax-Tracker está siendo reemplazada por la nueva Trailblazer (que a su vez no tiene nada que ver con la Trailblazer que nos llega desde Brasil, basada en la pick-up S10).

¿Se entendió algo? No importa. Lo relevante es que la vieja Tracker fue reemplazada en julio pasado por esta Tracker totalmente nueva que ves acá. Manejamos durante una semana la versión tope de gama, 1.2 Turbo Premier, con un precio de lista de 2.03 millones de pesos.

La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

No hay una sola pieza en común con la vieja Trax-Tracker. Esto incluye a la nueva Plataforma GEM (Global Emerging Markets), que esta flamante Tracker comparte con los Onix de nueva generación (leer crítica).

Creció en varias dimensiones. Ahora mide 4.27 metros de largo (tres centímetros más que antes), 1.79 de ancho (también tres más) y 2.57 metros de distancia entre ejes (dos centímetros más). La altura, en cambio, se redujo 1.62 metros (cinco centímetros menos).

El diseño, en general, me gustó mucho. Se la ve claramente más moderna y elegante que la anterior Tracker. No es fácil ser original en este segmento, pero logra diferenciarse con facilidad de la competencia.

Esta versión Premier es la tope de gama y viene muy completa: tiene llantas de aleación de 17 pulgadas (con Goodyear EfficientGrip 215/55R17), faros 100% de leds, techo panorámico, barras sobre el techo y spoiler sobre el portón trasero.

Que los apliques negros en los laterales no te engañen. Producen la ilusión óptica de un gran despeje del suelo, pero no es así. Tiene 180 milímetros de altura libre (una Ford EcoSport tiene 200), con un importante defecto: el deflector delantero se encuentra a sólo 160 milímetros del piso. Suele fondear en cunetas y badenes.

La competencia contra la que se enfrenta la nueva Tracker es enorme. Casi todas las marcas tienen hoy una SUV en el Segmento B (chico). La VW T-Cross fue la que más creció en ventas en los últimos meses y lo hizo con una receta que ahora copió la Tracker: ninguna de las dos ofrece versiones con tracción integral. El foco está puesto en el público de uso urbano y rutero.

El segmento que nació para satisfacer la demanda de quienes querían un todo terreno -pero no llegaban a pagarlo- terminó finalmente deglutiéndose al mercado de los vehículos familiares.

POR DENTRO

Mejoró mucho el diseño de la cabina, aunque esperaba un poco más de la calidad de construcción y los materiales. Acá es donde se nota la diferencia entre un modelo “global” y otro para “mercados emergentes”. La vieja Tracker-Trax llegaba desde México, producida en la misma planta que abastecía a Estados Unidos. Tenía terminaciones por encima de la media de su segmento. Esta nueva Tracker se fabrica en Brasil y la cabina es agradable, pero está toda revestida con plásticos duros y molestan algunas asperezas (como las partes plásticas del volante).

La ergonomía también es extraña. Por ejemplo, la butaca obliga a una posición de manejo insólitamente elevada. El asiento del conductor se regula en altura, pero incluso en la posición más baja me sentía “muy arriba”.

Más ejemplos: la computadora de a bordo del tablero es muy completa, pero para cambiar los menús de la información hay que quitar una mano del volante y accionar la rueda en la palanca del limpiaparabrisas. Hay grandes chances de que salpiques los vidrios cada vez que quieras ver la temperatura del motor. Ni hablar de la distracción por tener que hacer esa contorsión con la mano cada vez que -por ejemplo- querés ver el consumo o la temperatura del motor.

Más errores de diseño: las puertas hay que azotarlas para que cierren bien. Si las cerrás despacio, van a rebotar por el vacío de la cabina. El tema sería anecdótico de no ser por algo grave: no hay alerta de puerta mal cerrada. En mi primer día con la nueva Tracker, circulé varios kilómetros con la puerta a medio trabar (fue culpa mía, por no haberla sacudido como corresponde). La alarma sólo suena si la puerta se abre por completo (y con el cambio en Drive).

Más allá de eso, la cabina es muy cómoda y luminosa, sobre todo en esta versión con techo panorámico (exclusivo de la versión Premier). Las plazas traseras también son generosas: piso plano (no hay túnel para el eje trasero, porque no hay versión 4WD), espacio para tres adultos y hasta dos puertos USB. Excelente.

Es que la conectividad es el gran punto fuerte de este habitáculo: viene con una buena pantalla táctil de ocho pulgadas (con Apple CarPlay y Android Auto), conexión WiFi con chip de datos propio, que ofrece la posibilidad de conectar hasta siete dispositivos móviles. También tiene el conocido sistema OnStar, de asistencia en línea. Todo esto viene de serie, incluso en la Tracker más básica. Le va a fascinar a los compradores más techies.

El baúl creció muchísimo en capacidad de carga: pasó de 306 a 393 litros. Cabe de todo y los respaldos traseros se pueden plegar por un tercio o dos tercios, hasta alcanzar un volumen máximo de 1.278 litros. Con tanto espacio, no se comprende que bajo el piso del baúl se encuentre una rueda de auxilio finita, de uso temporario. Cuando está en uso, no se puede circular a más de 80 km/h.

SEGURIDAD

Este es uno de los puntos más destacados de la nueva Tracker. Y pensar que la generación anterior sólo ofrecía control de estabilidad (ESP) en la versión 4WD. Ahora ya no hay Tracker 4WD, pero todas vienen de serie con: ESP, seis airbags, ABS con EBD, control de tracción y anclajes Isofix.

Esta versión Premier se convierte en la nueva referencia del segmento, porque también viene con: alerta de punto ciego, alarma de riesgo de colisión, frenado autónomo de emergencia e indicador de presión de neumáticos.

Con semejante despliegue de asistencias a la conducción sorprende que haya perdido los frenos a disco traseros (ahora tiene tambor) y la opción de doble tracción. Son signos que diferencian a esta Tracker para los “mercados emergentes” de la Trailblazer que recibieron países con consumidores más exigentes.

Si hay diferencias estructurales o no, debería saberse con una prueba de choque independiente. Debido a la pandemia, LatinNCAP todavía no realizó ningún nuevo crash test en lo que va del 2020. Es posible que Chevrolet patrocine la prueba, teniendo en cuenta los buenos resultados que obtuvo el año pasado el nuevo Onix.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá está la otra gran novedad de la Tracker 2020. Y pensar que, en la anterior generación, GM Argentina le negó a nuestro mercado el motor 1.4 turbo que ofreció en otros países (desde Brasil hasta Estados Unidos y Canadá).

Aquél 1.4 turbo lo mantiene la nueva Trailblazer en Estados Unidos, pero la Tracker estrena en nuestra región un flamante motor de tres cilindros, con 1.2 litros y turbo. Tiene 132 cv de potencia a 5.500 y 190 Nm de torque a 2.000 rpm. Este es un motor que, en otros mercados, también equipa al nuevo Onix, pero que al menos en el Mercosur, por ahora sólo está usando la Tracker.

Se combina en la Argentina con caja manual de cinco velocidades (los más afortunados brasileños reciben MT6) y automática de seis marchas.

¿Ya dijimos que perdió la opción 4WD? La nueva Tracker ahora sólo se ofrece con tracción delantera.

COMPORTAMIENTO

Cuando arranca en frío, sobre todo en estas mañanas de invierno, el motor 1.2 vibra bastante y puede llegar a ser un poco ruidoso. El sonido, cuando trepa en rpm, se vuelve más agradable, como si fuera “medio Bóxer”. Las vibraciones persisten hasta que se alcanza la temperatura de funcionamiento normal.

Como ya se dijo, la posición de manejo es extremadamente alta. Y, en ciudad, la dirección es exageradamente liviana. Queda claro que es un vehículo familiar y pensado para el uso urbano. El andar es muy confortable, robusto y filtra bien los peores pavimentos electorales. El único límite viene por el lado del spoiler delantero, que al ser tan bajo puede raspar en algunos badenes y cunetas.

El motor “medio Bóxer” es una maravilla de agilidad y respuesta. Tiene buen torque en baja y se nota el esfuerzo extra de la caja de cambios para mantenerlo siempre en el rango ideal de vueltas: entre 2.000 y 4.000 rpm reacciona muy bien. En ciudad, gasta 10.3 litros cada 100 kilómetros. Puede parecer elevado para un motor de tres cilindros, pero es casi un litro y medio menos de lo que consumía en uso urbano la vieja Tracker (con el aún más veterano 1.8 atmosférico, leer crítica).

La transmisión tiene un modo L que retiene las marchas más baja, para situaciones que exijan un mayor esfuerzo. También tiene un modo secuencial, aunque es incómodo: los cambios se pasan desde un botón ubicado a la izquierda del pomo de la palanca. Poco intuitivo. Es un sistema que ya usaba la vieja Powershift de Ford y que fue claramente superado por las levas en el volante (más caras de instalar, desde ya).

La nueva Tracker es un gran vehículo para viajar en ruta. En sexta y a 120 km/h, el motor trabaja a sólo 2.000 rpm. La aceleración es más que digna para este tricilíndrico: 10.2 segundos para alcanzar los 100 km/h. La velocidad máxima también es destacable: está limitada a 182 km/h, que vienen de “regalo” con un indicador inesperado en el tablero. “Velocidad limitada a 187 km/h”, señala la alarma cuando se circula a cinco menos. Nunca llega a los 187.

Aquella dirección blandísima en ciudad gana peso y precisión cuando se circula en rutas y autopistas. Tiene una asistencia eléctrica progresiva muy bien calibrada. Las suspensiones acompañan, pero las inercias no: es un vehículo con un centro de gravedad más alto y bastante más pesado que un Onix.

De todos modos, es muy estable. El tren delantero copia bien el camino y se siente robusto. El tren trasero, en cambio, se vuelve áspero cuando el pavimento no es perfecto. Se nota la diferencia de este eje de torsión con respecto a los esquemas multilink, que ofrecen otras SUVs del mismo segmento.

El motor es una maravilla. En ruta y a 120 km/h, gasta sólo 6.4 litros cada 100 kilómetros y tiene buen resto para adelantar tráfico lento. Trepa de vueltas con alegría y torque hasta las 5.500 rpm. Me encantó, salvo por sus vibraciones en frío.

Los frenos son correctos, a pesar de tener tambores traseros. Es cierto que la nueva Tracker pesa casi 100 kilos menos que la anterior generación, pero no puedo dejar de pensar en la mezquindad de economizar costos con piezas de seguridad. Es otro de los motivos por los cuales esta Tracker nunca podría venderse en mercados con consumidores más exigentes, como Estados Unidos.

Siento envidia de los países que tienen el Onix 1.2T, como México: realmente debe ser un aparatito muy divertido de manejar con este motor tan genial. Sin ir más lejos, incluso tengo envidia de la Tracker manual que venden en Brasil: allá tiene caja de seis marchas, mientras que la Argentina sigue siendo castigada con una anticuada MT5.

Me encantaron las asistencias a la conducción (ADAS). Son útiles, necesarias y dejan en evidencia a varias marcas premium, que aún se resisten a ofrecerlas en la Argentina. Tan sólo recomendaría recalibrar el alerta de riesgo de colisión frontal. A veces actúa de manera demasiado temprana (o tal vez sea que estoy mal acostumbrado a los “finos” del tránsito argentino).

También probé la Tracker en caminos de ripio y tierra. Nada exigente, porque ya dije que no tiene doble tracción. Se sabe que las ventas de la versión 4WD eran menos del 10%, pero con esta decisión Chevrolet también pierde a algunos clientes fieles de la vieja Tracker. Y regala a la competencia el argumento de ofrecer versiones aptas para off-road. Son muy buscadas, por ejemplo, en el Sur argentino, donde la Renault Duster 4WD y la Ford EcoSport 4WD tienen a su núcleo de consumidores más leales.

CONCLUSIÓN

La nueva Chevrolet Tracker es una referencia ineludible entre las SUVs del Segmento B (chico). Tiene una muy buena mecánica (sería sobresaliente, si lograran solucionar las vibraciones del motor) y un equipamiento de seguridad muy completo (ejemplar, en esta versión Premier). El diseño es atractivo, la cabina es generosa, el baúl ahora es mucho más grande y las prestaciones están muy bien.

Sin embargo, apenas se indaga un poco más en profundidad, surgen datos que indican que la Argentina ya no está recibiendo una Tracker global, como sí ocurrió en el pasado. Perdió los frenos de disco traseros, desapareció la opción de tracción integral y la calidad de terminación brasileña no es tan buena como la anterior mexicana.

Así y todo, la nueva Tracker tuvo una buena bienvenida en la Argentina. Es un producto atractivo para quienes valoren el equipamiento de seguridad, la mecánica moderna y los gadgets de conectividad (como el WiFi abordo). Eso es a pesar de que, en sólo un mes, el precio de lista ya aumentó un 12% y ya surgieron denuncias de sobreprecios en los concesionarios (leer más).

La nueva Tracker es, en definitiva, un producto que parece adaptarse a la realidad de nuestra Argentina de hoy. Con todo lo bueno y lo malo que ese sinceramiento implica.

C.C.

***

La nueva generación de la Chevrolet Tracker se lanzó a la venta el 14 de julio.

No mires los precios de ese link de julio. Ya aumentó un 12% y hoy tiene precios de lista (muy difíciles de conseguir, porque hay concesionarios que abusan con sobreprecios) entre 1.52 y 2.03 millones de pesos.

Diseño moderno y con personalidad. No es sencillo en este segmento, donde casi todas las marcas tienen una SUV.

Equipamiento muy completo, pero sin la calidad que caracterizó a la anterior Tracker mexicana.

La posición de manejo es muy elevada, incluso con el asiento en la ubicación más baja.

Buen espacio atrás, con piso plano y capacidad para tres adultos.

Dos puertos USB para los que viajan atrás. Ideales para darle duro a la conexión WiFi de abordo.

Cabina amplia y muy luminosa, gracias al techo panorámico (sólo en versión Premier).

El tablero tiene una computadora de abordo muy completa, pero para operarla hay que quitar una mano del volante. Poco intuitivo.

Pantalla multimedia clara y completa. Viene con Apple CarPlay y Android Auto.

Que las costuras blancas de la plancha de instrumentos no engañen. Eso es plástico duro.

Viene de serie con el sistema de asistencia en línea OnStar.

La palanca de cambios tiene un modo secuencial que se acciona desde el botón a la izquierda del pomo. Incómodo y poco práctico.

El baúl creció mucho. Ahora tiene 393 litros de capacidad.

Hay espacio para una rueda de auxilio de verdad, pero Chevrolet entrega una de uso temporario y con velocidad limitada a 80 km/h.

El motor 1.2 turbo tiene un rendimiento excelente, tanto en prestaciones como en consumo.

Único defecto: vibra demasiado, sobre todo cuando está frío.

Triste economía de recursos: los frenos traseros ahora son de tambor.

De a poco, Chevrolet está llenando de turbos toda su gama en Argentina.

Lástima que perdió la opción con tracción integral.

Que el plástico negro no engañe. No tiene un gran despeje del suelo y el spoiler delantero suele tocar en badenes y cunetas.

Con defectos y virtudes, la nueva Tracker es una referencia que deberá tener muy en cuenta cualquiera que busque una SUV del Segmento B (chico).

***

FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Chevrolet Tracker 1.2 Turbo Premiere
Origen: Brasil.
Precio: 2.036.900 pesos (versiones desde 1.527.900 pesos)
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: General Motors Argentina (www.chevrolet.com.ar)

MOTOR
Tipo: naftero, delantero transversal, tres cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, turbocompresor, inyección multipunto.
Cilindrada: 1.200 cc
Potencia: 132 cv a 5.500 rpm
Torque: 190 Nm a 2.000 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico.
Caja: automática, de seis velocidades, con botón secuencial en el pomo de la selectora.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con resortes helicoidales, amortiguadores presurizados y barra establizadora.
Suspensión trasera: eje de torsión, con resortes helicoidales y amortiguadores presurizados.
Frenos delanteros: discos ventilados
Frenos traseros: de tambor
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica progresiva
Neumáticos: Goodyear EfficientGrip 215/55R17 (rueda de auxilio de uso temporario).

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 182 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 10.5 segundos
Consumo urbano: 10.3 l/100km
Consumo extraurbano: 6.4 l/100km
Consumo medio: 8.4 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.270 mm / 1.791 mm / 2.057 mm
Distancia entre ejes: 2.570 mm
Peso en orden de marcha: 1.271 kg
Capacidad de baúl: 393 litros
Capacidad de combustible: 44 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Sistema de frenos con ABS y sistema de distribución de frenado (“EBD”)
Alerta de Colisión Frontal
Alerta de Punto Ciego
Control electrónico de estabilidad y tracción (ESC)
Faros delanteros tipo proyector en LED con luz auxiliar para giros
Frenado automático de emergencia
Anclajes Isofix
Indicador de distancia de vehículo de frente
Sistema de inmovilización de motor
Indicador de presión de neumáticos
Rack de techo en color plata
Llantas de aluminio 17″ oscurecidas
Aire acondicionado digital
Asistente de partida en ascenso
Cámara de visión trasera
Cargador Inalámbrico
Volante con regulación de altura y profundidad
Control de velocidad crucero
Easy Park – Sistema de Estacionamiento Automático
Panel de instrumentos 3,5″ digital TFT color
Techo solar eléctrico panorámico
Levantavidrios eléctricos en puertas delanteras y traseras “One Touch”
Tapizado con revestimiento premium
Chevrolet MyLink LCD sensible al tacto de 8″
Android Auto y Apple CarPlay
Entrada USB doble para asientos traseros
WiFi en el vehículo para hasta 7 dispositivos electrónicos

En el garage de Autoblog: VW Amarok V6 258cv Highline

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¿Otra vez? Sí, es cierto: parece una pandemia de déjà-vus. Uno de los vehículos que quedó atrapado durante la cuarentena en el garage de Autoblog parece reencarnarse para volver “a casa”, una y otra vez.

En Autoblog ya probamos la nueva VW Amarok V6 258cv Black Style (leer crítica) y también la Comfortline (leer crítica).

Ahora tenemos en nuestras manos una versión Highline, que el sábado pasado fue nuestro móvil para el primer Autoconcierto de la Argentina (leer nota) y anoche nos acompañó en la inauguración del primer Autocine Techado del país (ver abajo).

¿Sólo la usamos para eso? No, hay más.

Esta Highline -con todos los protocolos de sanitización, distanciamiento y permisos de circulación aprobados, leer nota– marcará el regreso a las pistas de nuestro crítico rural: Jacinto Campos.

El hombre de la Cuenca del Salado no probaba un vehículo para Autoblog desde la F-150 Raptor, en febrero pasado (leer nota). Y preparó una tarea especial y poco habitual para una de las versiones más lujosas de la Amarok: la pondrá a trabajar.

El informe completo de Don Jacinto se publicará la semana que viene.

C.C.

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Desde febrero de 2020, todas las Amarok V6 ahora vienen con 258 cv. Esta Highline tiene un precio de lista de 4.008.089 pesos (ver más versiones, ficha técnica y equipamiento). 

Esta Highline fue el móvil de Autoblog en el primer Autoconcierto de la Argentina (leer nota). Y también nos acompañó en la inauguración del primer autocine bajo techo (ver abajo).

El informe de Jacinto Campos se publicará la semana que viene.

***

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En el Twitter de @Autoblogcomar

En el garage de Autoblog BMW Serie 1 (F40)

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Fue una de las últimas conferencias de prensa presenciales del mercado automotor argentino. A fines de febrero de este año, BMW Group Argentina realizó un múltiple lanzamiento en su sede central de Tortuguitas donde completó la renovación de sus modelos del Segmento C (compacto, leer nota).  Entre ellos, se presentó el 118i SportLine que se muestra en estas fotos.

Se trata de la versión intermedia del hatchback de BMW conocido como Serie 1, que en esta tercera generación recibió la identificación interna F40. No, no es una Ferrari. Pero es un Serie 1 completamente nuevo.

Estrena plataforma. Estrena mecánicas. Y, por primera vez, se ofrece con tracción delantera. Hasta ahora, BMW había vendido en nuestro mercado algunas SUVs con tracción delantera, pero esta es la primera vez que ofrece un auto común FWD.

Es que, a partir de ahora, los nuevos Serie 1 y Serie 2 comparten la misma Plataforma UKL2 con las BMW X1 y X2 (leer crítica), además de los Mini Clubman y Countryman (leer crítica). El objetivo es “optimizar costos” para que estos modelos de “entrada a gama” sean más rentables para el grupo alemán.

En junio de 2019, en Autoblog le dijimos “adiós” al viejo Serie 1 (F20), con una crítica y despedida firmada por Orly Cristófalo (leer acá).

Y el mismo Orly será el encargado de manejar una semana este nuevo F40, para señalar las diferencias, defectos y virtudes.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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El BMW 118i SportLine tiene un precio de lista de 51.800 dólares, pero hay versiones desde 45.900 dólares. Ver equipamiento y ficha técnica.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

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